viernes, 22 de noviembre de 2019

Vasubandhu: Tratado sobre la generación de la mente de la iluminación. (Bodhicittopada Shastra) Cáp.6 La Perfección de la paciencia.


A)     Las tres clases de beneficio, y el ornamento del sendero desde la paciencia.
¿Cómo hace el bodhisatva para cultivar la paciencia? Si la paciencia es cultivada para lograr el beneficio propio, para beneficio de los otros, y para el beneficio de ambos, uno llega a ser  capaz de adornar el sendero hacia la Iluminación.
1.      La motivación correcta en la práctica de la paciencia.
El bodhisatva practica la paciencia movido por el deseo de entrenar y disciplinar a los seres, de forma que donde quiera que estén, ellos generen las causas para abandonar el sufrimiento y las aflicciones.
En aquel que cultiva la paciencia, en relación a todos los seres, su mente permanece siempre en un estado de humildad constante. La tozudez y la arrogancia son abandonadas, y no son parte de su práctica. Cuando uno encuentra a alguien que es grosero y malvado, en el surgen pensamientos que tienden a la compasión. Sus palabras son siempre amables, animando a cambiar, y a que lo virtuoso sea cultivado. El es capaz de distinguir y de explicar las diferencias en las retribuciones resultantes que surgen, por un lado, de una mente llena de odio, y por el otro, de una mente armoniosa y paciente.
Esto es lo que lo cualifica como mente paciente, tal como es cultivada inicialmente por el bodhisatva.
2.      El beneficio propio.
Debido al cultivo de la paciencia, uno se aleja de las muchas clases de mal, y disfruta de felicidad en cuerpo y mente. Esto es lo que se quiere decir  por “el beneficio propio.”
3.      El beneficio de otros.
Uno transforma a los seres con las enseñanzas, y los guía de forma que en todas las circunstancias ellos lleguen a tener un comportamiento armonioso y acorde. Esto es lo que se quiere decir por “el beneficio de otros.”
4.      El beneficio de ambos.
Debido a la insuperable cantidad de paciencia que uno ha desarrollado, uno enseña a los seres, haciendo que ellos obtengan un beneficio semejante al de uno mismo. Esto es lo que se quiere decir por “el beneficio de ambos.”
5.      Adornando el sendero a la Iluminación gracias a la perfección de la paciencia.
Debido al cultivo de la paciencia, uno consigue un cuerpo hermoso y bien formado, llega a convertirse en alguien que es venerado por los demás, y en su tiempo llega a obtener las marcas mayores supremamente maravillosas, y las marcas secundarias características de un Buda. Esto es lo que quiere decirse por “adornar el sendero hacia la Iluminación.”
B)     Las tres clases de paciencia.
La paciencia es de tres tipos: corporal, verbal, y mental.
1.      La paciencia corporal.
¿Qué quiere decirse con paciencia corporal? En un caso en el que alguien ejecuta acciones perjudiciales sobre uno, invadiendo, destruyendo, despedazando, haciendo huelgas, e incluso causando heridas graves, en tales circunstancias uno es capaz de permanecer soportándolo pacientemente. Cuando se da el caso de que uno ve a seres que están en peligro, experimentando abusos a la fuerza, y afligidos por el terror, uno se levanta en su ayuda, y no es presa del cansancio o la indolencia. Esto es lo que quiere decirse por “paciencia corporal.”
2.      La paciencia verbal.
¿Qué quiere decirse con paciencia verbal? En un caso en el que uno se encuentra con alguien que lo está maldiciendo, uno permanece en silencio y lo soporta sin responder de ningún modo. En un caso en el que uno se encuentra con alguien, que sin ninguna base, lo regaña y reprende, uno debería de responder con palabras amables y con deferencia. En un caso en el que alguien nos acuse falsamente o de forma arbitraria, y nos calumnie gravemente, en todos los casos uno debería de soportarlo pacientemente. Esto es lo que se quiere decir por “paciencia verbal.”
3.      La paciencia mental.
¿Qué quiere decirse con paciencia mental? En un caso en el que uno encuentra a alguien que está enfadado, la mente evita cualquier sentimiento de enemistad hacia él. En el caso en el que uno sea sometido a tormentos, la mente de uno permanece imperturbable. En el caso en el que uno es ridiculizado y es víctima de un comportamiento ruin, aún así la mente de uno permanece libre de resentimiento. Esto es lo que se quiere decir por “paciencia mental.”
C)     Los dos tipos de golpeos.
En el mundo existen dos tipos de circunstancias por los que uno puede ser golpeado. En el primer caso, tiene una base firme para que suceda. En el segundo caso es arbitrario y sin garantías.
En el caso en el que uno haya cometido alguna transgresión que suponga haber hecho alguna ofensa, y uno sea golpeado por alguien motivado por la animosidad y la sospecha, debería de soportarlo pacientemente como si estuviera bebiendo una dulce ambrosía. Uno debería de sentir respeto hacia esa persona. ¿Por qué? Porque él está instruyéndome, advirtiéndome, entrenándome, y domándome para que abandone toda clase de transgresiones.
En el caso en el que yo sea sometido a malas acciones que supongan infligirme heridas, yo debería de pensar de este modo: “Ahora yo no soy culpable de haber cometido ninguna falta. Esto tiene que tener como causa el karma creado por mí en alguna vida pasada.”En esto es algo en lo que también uno ha de ser paciente.
También podría reflexionar de esta forma: “En esta circunstancia, que consiste de una conjunción de los cuatro grandes elementos, junto con las condiciones asociadas con los cinco agregados, ¿Quién es el que está siendo golpeado?”
También, uno puede contemplar a la persona que está ante él como si estuviera perturbada mentalmente, o como si hubiera enloquecido, y reflexionar: “Yo debería de sentir compasión hacia él. ¿Cómo puedo no ser paciente?”
D)     Los dos tipos de reprimenda.
Las reprimendas también son de dos clases: las primeras, son aquellas que están basadas en lo que es cierto; la segunda, son las basadas en lo falso. En el caso de aquellas en las que lo que se dice es verdad, uno debería de generar un sentido de vergüenza. En el caso de aquellas en lo que lo que se dice es falso, es una circunstancia que no tiene nada que ver conmigo. Entonces esto es comparable al sonido de un eco, y también es comparable al sonido del viento, el cual no me daña. Por lo tanto, uno debería de ser paciente ante estas situaciones.
E)      La necesidad de la paciencia cuando uno experimenta el odio de otros.
También, en una circunstancia que supone que alguien está poseído por el odio, es exactamente lo mismo. En una situación en la que una persona se acerca y muestra odio hacia mí, yo debería de soportarlo pacientemente. Si reacciono con odio hacia él, entonces, en una vida futura yo puedo caer en los destinos desafortunados y estar forzado a experimentar grandes sufrimientos y penalidades. Debido a circunstancias causales como estas, incluso si mi cuerpo fuera despedazado y dispersado, aún así no debiera de generar ningún pensamiento de odio. Uno debería de contemplar la naturaleza de las causas generadas en vidas pasadas, y de las condiciones. Entonces uno debería de generar amabilidad, compasión, y pena por todos.
Uno reflexiona así: “Si yo soy incapaz de soportar sufrimientos menores como estos, yo no seré capaz de entrenar y dominar mi propia mente. Siendo así, ¿Cómo podría ser capaz de entrenar y domar a otros seres, haciendo que ellos puedan llegar a liberarse de todo aquello que es negativo, y hacer que ellos logren la perfecta fructificación del sendero?
F)      Las retribuciones a la presencia o ausencia de paciencia.
En el caso en el que haya una persona sabia que se deleita en la paciencia, esta persona siempre renacerá con un cuerpo bien formado y una apariencia atractiva, y siempre estará dotado con abundantes riquezas materiales y joyas. Cuando las personas laicas posan sus ojos en ella, quedan deleitados, muestran respeto, deferencia, y son complacientes.
Uno también debería de contemplar aquellas circunstancias en las que una persona posee un cuerpo deforme, es fea, con las facultades incompletas, y con carencia de riquezas materiales. Uno debería de realizar que estos efectos han sido obtenidos en base a las causas y condiciones asociadas con el odio.
G)     Diez bases para el desarrollo de la paciencia.
Por estas razones, el sabio debería de cultivar diligentemente la paciencia. Existen diez circunstancias que reflejan las causas y condiciones que conducen al desarrollo de la paciencia.
1)      Uno no es indulgente con respecto a las marcas asociadas con “yo” o “mío.”
2)      Uno no tiene en mente el concepto de casta.
3)      Uno abandona la arrogancia.
4)      Si uno es agraviado, no responde del mismo modo.
5)      Uno medita en la impermanencia.
6)      Uno cultiva el amor y compasión.
7)      La mente de uno permanece libre de negligencia.
8)      Uno mantiene la ecuanimidad incluso en circunstancias que supongan hambre, sed, sufrimiento, felicidad, etc.
9)      Uno desarraiga todo odio.
10)  Uno cultiva la sabiduría.
Si una persona es capaz de tener éxito en estas diez actividades, uno debería de realizar que esa persona es capaz de cultivar la paciencia.
H)     Pre requisitos para la paciencia última y pura.
Cuando el bodhisatva, el Gran ser, cultiva la paciencia última y pura, tras entrar en la vacuidad, la carencia de signos, la carencia de deseos, y la actividad sin esfuerzo, el no se asocia con una visión imaginada, con deseo, o en la que se emplea un esfuerzo artificial; ni tampoco hay ningún apego hacia la vacuidad, la carencia de signos, la carencia de deseo, o la actividad sin esfuerzo. Todas esas visiones imaginadas, el deseo, o el esfuerzo artificial están vacíos de existencia inherente. La paciencia de este tipo está libre de cualquier dualidad. Esto es lo que cualifica a la paciencia como última y pura.
Cuando uno entra en un estado que está caracterizado por la ausencia de grilletes[1], o en un estado caracterizado por la cesación que es quietud, uno no se asocia con los grilletes o con el nacimiento y la muerte. Ni tampoco uno se complace en poner fin a los grilletes o en permanecer en una cesación que es quietud. No obstante, los grilletes y el nacimiento y la muerte, en todos los casos, son realizados vacíos de existencia inherente. Esta clase de paciencia está de cualquier dualidad. Esto es lo que la cualifica como paciencia última y pura.
Si debido a su propia naturaleza los grilletes no se generan a sí mismos, no son generados por otro, y no son generados por una combinación de ambos, entonces no han llegado a la existencia y por tanto no pueden ser destruidos. Aquello que es indestructible no es susceptible de ponerle un fin definitivo. La paciencia de esta clase está libre de toda dualidad. Esto es lo que cualifica a esta paciencia como última y pura.
I)        Resumen sobre el desarrollo de la paciencia por parte del bodhisatva.
Uno no siente apego al hecho de tener un comportamiento libre de esfuerzo artificial. Uno permanece libre de todo pensamiento inclinado hacia el hecho de hacer distinciones, mientras también está libre del pensamiento de perseguir el ornamente de los Campos búdicos. En uno no existe el concepto de “estoy cultivando”, o “estoy progresando” en el Sendero. Hasta el final, uno no crea o produce nada.
La paciencia de esta clase es la paciente aceptación de la verdadera no producción de todos los fenómenos. Cuando este tipo de bodhisatva cultiva esta clase de paciencia realiza esa paciencia a través de la cual él recibe la predicción de su budeidad en el futuro.
J)       La esencia de la perfección de la paciencia del bodhisatva.
Cuando el bodhisatva, el Gran ser, cultiva la paciencia, tanto la naturaleza como las características de los fenómenos son realizadas como vacías de existencia inherente. Es gracias a realizar que los seres realmente no existen, como uno alcanza la perfección de la paciencia.



[1] Los diez grilletes atan a la existencia cíclica. Cinco llevan a los destinos inferiores: la visión de la personalidad, la sobreestima de las austeridades y disciplina moral, la duda, la búsqueda del placer, y la malicia. Cinco llevan  a los destinos del Reino de la Forma y Sin Forma: el deseo de Forma y Sin Forma, la agitación, orgullo, y engaño.  

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