CAPÍTULO TRES: El establecimiento de los
votos. (Pranidhāna)
A)
Introducción al establecimiento de los votos por parte
del bodhisatva.
¿Cómo hace el bodhisatva
para encaminarse hacia la iluminación? ¿A través de qué prácticas uno logra la
realización completa de la Iluminación? El bodhisatva que ha generado la
determinación de alcanzar la iluminación, y que mora en la tierra seca de la
sabiduría, debería de tomar sólidamente los votos correctos a través de los
cuales beneficiará a los incalculables
seres, proclamando: “Yo busco realizar la iluminación insuperable; y rescatar y
liberar a todos los seres sin excepción, de forma que todos y cada uno de ellos
puedan encaminarse hacia el nirvana sin residuos.”
B)
Los diez grandes votos.
Por tanto, en la generación
inicial de la determinación, la gran compasión es lo primordial. Es debido a
una mente compasiva por lo que uno llega a ser capaz de generar los diez
grandes votos. ¿Cuáles son esos diez? Son:
1. “Respecto a esas raíces de virtud que yo he plantado
en las vidas pasadas, y las que plante con este mismo cuerpo, yo ruego que todas esas raíces de virtud
puedan ser otorgadas a todos los ilimitados seres, y ser dedicadas a la
insuperable iluminación. Que puedan estos votos míos crecer momento a momento,
que puedan ser producidos una y otra vez en las vidas futuras, que siempre estén
presentes en mi mente, que nunca sean olvidados, y que sean guardados y
retenidos por los dhāranīs. “
2. “Tras haber dedicado estas raíces de virtud a la
Iluminación, yo ruego que gracias a estas raíces de virtud, sin que importe
dónde pueda renacer, que yo sea siempre capaz de hacer ofrendas a todos los
Budas, y que no nazca nunca en una tierra en la que no haya un Buda.”
3. “Que tras haber tenido éxito renaciendo en los campos
búdicos, yo ruego que siempre sea capaz de estar cerca de los Budas, de seguirlos
y servirlos de todas las maneras, que pueda permanecer tan cerca de ellos como
una sombra de su forma, y que nunca pueda llegar a estar separado de los Budas
ni siquiera durante el instante más breve.”
4. “Tras haber tenido éxito en estar cerca de los Budas,
yo ruego que ellos me expongan el Dharma de acuerdo con aquello que es más
apropiado para mí. Y que entonces yo pueda perfeccionar los cinco conocimientos
superiores de los bodhisatvas.”
5. “Tras haber perfeccionado los cinco conocimientos
superiores de los bodhisatvas, yo ruego que pueda ser capaz de alcanzar una
correcta comprensión de la verdad relativa, junto con sus extensas
designaciones artificiales; que yo también pueda comprender completamente, de
acuerdo con su verdadera naturaleza, la verdad última; y que yo pueda alcanzar
la sabiduría del buen Dharma.”
6. “Tras haber realizado la sabiduría del buen Dharma, yo
ruego que, libre de cualquier pensamiento de aversión, pueda explicarlo a los
seres, instruirlos en las enseñanzas para beneficiarlos, deleitarlos, y hacer
que todos ellos desarrollen una comprensión correcta de él.”
7. “Tras haber llegado a ser capaz de crear una
comprensión correcta del buen Dharma, yo ruego que, haciendo uso del poder
espiritual de los Budas, yo pueda ser capaz de ir a todos los mundos existentes
en las diez direcciones, haciendo ofrendas a los Budas, escuchando y aceptando
el buen Dharma, y atrayendo a numerosos seres al Dharma.”
8. “Tras haber recibido en buen Dharma en las moradas de
los Budas, yo ruego que pueda ser capaz de girar la rueda del Dharma puro de
acuerdo a él. Que puedan todos los seres que habitan en los mundos de las diez
direcciones, quienes me han oído proclamar el Dharma, o que meramente escuchen
mi nombre, que todos ellos puedan tener éxito en el abandono de todas las
aflicciones y en la generación de la mente de la iluminación.”
9. “Tras haber sido capaz de hacer que todos los seres
generen la mente de la iluminación, yo ruego que constantemente pueda seguir
junto a ellos, que pueda protegerlos, librarlos de todo aquello que no sea
beneficioso, dándoles incontables clases de felicidad, entregando mi vida y mi
riqueza para su beneficio, atrayendo a los seres, y cargando con el peso del
buen Dharma.”
10. “Tras haber llegado a ser capaz de cargar con el peso
del Dharma, yo ruego que, aunque yo siempre practicaré de acuerdo con el buen
Dharma, sin embargo mi mente no considere que está practicando. En esto, que
pueda ser que yo actúe de acuerdo a la forma en la que los bodhisatvas
practican el buen Dharma, los cuales no consideran ni que practican, ni que no
practican.”
Para el bien de las
enseñanzas transformadoras de los seres, uno nunca debería de abandonar los
votos. Eso es lo que significa mantener los diez grandes votos del bodhisatva
que ha generado la mente de la iluminación.
Estos diez grandes votos se
extienden por todas partes a todos los reinos de los seres y contienen en ellos
todos los votos, los cuales son tan numerosos como las arenas del Ganges. Por
tanto, uno reflexiona de este modo: “Si se acabaran los seres, entonces y solo
entonces habría un final para mis votos. Sin embargo, los seres son realmente
ilimitados. Por tanto, estos grandes votos míos tampoco tendrán fin.”
C)
Las
seis perfecciones y las prácticas asociadas, como causas de la Iluminación.
Además, la generosidad
sirve como una causa de iluminación porque atrae a todos los seres.
Mantener los preceptos
morales es una causa de iluminación porque lleva a la perfección de las muchas
raíces de virtud, y trae el completamiento de los votos originales de uno.
La paciencia funciona como una
causa de iluminación porque ocasiona la perfección de las treinta y dos marcas
mayores, y las ochenta características secundarias.
El esfuerzo entusiasta es
una causa de iluminación porque ocasiona el crecimiento de las raíces de
virtud; y trae la enseñanza diligente y la transformación de los seres.
La concentración es una
causa de iluminación porque recurriendo a ella el bodhisatva se entrena y se
disciplina, mientras también es capaz de percibir las acciones mentales de los
seres.
La sabiduría es una causa
de iluminación porque recurriendo a ella uno es capaz de conocer perfectamente
la naturaleza y las características de todos los fenómenos.
Resumiendo los esenciales,
las seis perfecciones constituyen las causas correctas para la realización de
la Iluminación. Los cuatro inmensurables, las treinta y siete alas de la
Iluminación, y toda la miríada de prácticas virtuosas funcionan todas ellas
juntas cooperando a esta realización perfecta. Si el bodhisatva desarrolla y
cultiva las seis perfecciones, tal y como corresponde con las prácticas que ha
adoptado, el tendrá éxito acercándose a la Insuperable, Perfecta, y Completa
Iluminación.
D)
La importancia de abandonar la negligencia.
Hijos del Buda, cualquiera
que busque alcanzar la iluminación debería de abandonar la negligencia. Una
práctica negligente es capaz de destruir las raíces de virtud de uno. Si un
bodhisatva controla y disciplina las seis facultades de los sentidos, y
permanece libre de negligencia en esto, esa persona será capaz de cultivar las
seis perfecciones.
E)
Haciendo los votos definitivos como base de los cinco
esfuerzos.
Cuando el bodhisatva genera
la determinación, en primer lugar establece los votos definitivos con una
sinceridad absoluta. Una persona que establece esos votos nunca se permite
llegar a caer en la negligencia, indolencia, o en la relajación en la práctica.
¿Por qué no? Porque el establecimiento de los votos definitivos es la base de
cinco tipos de acciones.
Primero, es capaz de hacer
que la determinación de uno sea sólida. Segundo, es capaz de controlar y vencer
las aflicciones. Tercero, es capaz de impedir que uno caiga en la negligencia.
Cuarto, es capaz de destruir los cinco obstáculos. Quinto, es capaz traer un
cultivo diligente de las seis perfecciones.
F)
Alabanza del propio Buda del poder insuperable de los
votos.
Esto es acorde con la
alabanza del propio Buda respecto a los votos:
“El
Tathagata, el Bhagavan, el Mahamuni[1],
Proclamó
aquello que trae la realización de las cualidades meritorias:
La paciencia,
sabiduría, o la acción virtuosa
Alcanzan
su poder más superior gracias a la observancia de los votos.”
G) Estableciendo
seis resoluciones como soporte de las seis perfecciones.
¿De qué forma establece uno
los votos? Uno lo hace tal como sigue, pensando:
“En ocasiones, cuando alguna persona se acerca
haciendo toda suerte de demandas, entonces yo le daré todo cuanto poseo,
incluso llegando al punto de evitar el más mínimo pensamiento influenciado por
la tacañería.
Si yo generara un
pensamiento negativo como reacción a esta circunstancia, incluso durante el
momento que dura un chasquido de dedos, y por ello yo buscara una retribución
kármica pura vinculada con las causas y condiciones asociadas con ese acto de
generosidad, estaría engañando a las incontables e ilimitadas miríadas de Budas
en los mundos de las diez direcciones, y por tanto estaría asegurando el hecho
de yo nunca sería capaz de realizar en el futuro la Insuperable, Completa, y
Perfecta Iluminación.
Observando los preceptos
morales, yo establezco los votos completamente puros para permanecer libre de
desviación o arrepentimiento, incluso cuando el mantener los preceptos pueda
significar la pérdida de mi vida.
En las ocasiones en las que
pueda estar practicando la paciencia, incluso si yo fuera atacado, injuriado, o
incluso despedazado, yo generaré constantemente los votos del amor bondadoso
que está libre de cualquier clase de interferencia debido al odio.
En las ocasiones en las que
yo esté practicando el esfuerzo entusiasta, incluso aunque yo pudiera
encontrarme en circunstancias que supongan frio, calor, estar acosado por
secuaces de los reyes o bandidos, inundaciones, fuegos, leones, tigres, lobos,
sequías, o hambrunas, yo tengo que fortalecer y hacer más sólida mi
determinación, de forma que no haya abandono o deterioro de los votos.
En las ocasiones en las que
esté practicando la concentración, incluso cuando esté perturbado por
circunstancias externas amenazadoras que dificultan la concentración de la
mente, es esencial atar la mente a la esfera de la realidad, haciendo el voto
de evitar mantener ni tan siquiera durante un instante cualquier pensamiento
distractor que sea contrario al Dharma.
En las ocasiones en las que
yo esté acumulando sabiduría, yo debiera de contemplar a todos los fenómenos de
acuerdo con su verdadera naturaleza, continuando con esta contemplación incluso
en medio de aquello que es bueno, de lo que no es bueno, de lo condicionado, de
lo no condicionado, de lo que está en la esfera de los nacimientos y muertes, y de lo que es idéntico al nirvana,
no albergando ninguna dualidad basada en visiones respecto a cualquiera de
estas circunstancias.
En las ocasiones en las que
mi mente pueda caer víctima de los obstáculos del arrepentimiento o el enfado,
en las que me hundo en pensamientos distractores de este tipo, incluso durante
el lapso de un chasquido de dedos, en los que yo albergo pensamientos dualistas
debido a los cuales puedo buscar una retribución pura que surja de la práctica
de la moralidad, la paciencia, el esfuerzo entusiasta, la concentración, o la
sabiduría, yo estaría engañando a todas las incontables e ilimitadas miríadas
de Budas presentes en mundos de las diez direcciones, y por tanto
definitivamente yo fracasaría en la futura realización de la Insuperable,
Perfecta, y Completa Iluminación.”
H)
La importancia de los diez votos y las seis resoluciones
de lograr la Iluminación.
El bodhisatva emplea los
diez grandes votos para mantener su práctica del buen Dharma, y recurre a las
seis grandes plegarias para controlar la tendencia de la mente a caer en la
negligencia. Haciendo eso, el será capaz de cultivar diligentemente las seis perfecciones,
y tendrá éxito en la realización de la Insuperable, Perfecta, y Completa
Iluminación.