Atisha: Consejo a Namdak Tsuknor.
Aunque el cielo de los
objetos conocidos está más allá de toda medida,
Tú lo abarcas en
términos de las dos: vacuidad y compasión.
A vosotros, Oh gurús
míos, Dipankara Atisha y los otros,
Os rindo homenaje con
mis tres puertas[1],
y con un corazón lleno de devoción.
Cuando el Salvador de
los Seres[2] iba
a partir hacia Tibet (Central),
El me otorgo esto, la
más preciosa de las joyas.
1.
Este
cielo está carente de causas y de condiciones, hijo mío;
¿Quién podría aprehender que eso no
tiene una causa, y quién no?
Has de saber que eso también es
verdad para todos los fenómenos, hijo mío;
Pues hay numerosas trampas si dejas
de observarlo así.
Permanece en equilibrio meditativo
sobre esta naturaleza que es como el espacio, hijo mío.
2.
Cuando
los arco iris se difunden a través del cielo,
¡Parecen tan reales y hermosos, hijo
mío!
Sin embargo nadie ha observado sus
causas y condiciones,
Esto no es más que originación
dependiente, docto hijo mío.
3.
Los
arco iris aparecen en el cielo, y desaparecen también en él;
Nadie ha observado las causas y
condiciones para esto.
Esto no es más que originación
dependiente, docto hijo mío;
Si tú lo analizas probándolo, los
arcos iris son como el propio cielo.
¿Hay algún tipo de separación o
división, docto hijo mío?
4.
Dentro
de la forma de ser primordialmente vacía de los fenómenos
Palpita la irresistible compasión que
alcanza a todos los seres.
Cuando surge la compasión, lo hace
desde la expansión última[3],
Y cuando cesa, lo hace dentro de la
expansión última, hijo mío.
5.
Todos
los fenómenos del samsara y del Nirvana no son más que tu propia mente;
Nadie ha observado las causas y
condiciones para ello.
Cuando es probado y analizado, son
como los arco iris en el cielo.
Por tanto, como siendo similares al cielo y los arco iris que lo cruzan,
Así deberías de entender la sabiduría
y la compasión, hijo mío.
6.
Desde
dentro de un océano profundo y expansivo,
Surgen altas y poderosas olas.
Cuando aparecen las olas, lo hacen
dentro del propio océano,
Y cuando desaparecen, lo hacen
también dentro del mismo océano, hijo mío.
7.
Entre
las danzantes olas y el vasto océano
Nadie ha observado ninguna separación
o división.
Similarmente, desde la espontánea
coemergencia de la vacuidad
Surge la compasión que toca a los
seres y conmueve el corazón.
Cuando surge la compasión, lo hace
también desde la vacuidad,
Y cuando cesa, lo hace también dentro
de la vacuidad, hijo mío.
8.
En
la superficie de un espejo que está libre de manchas
Aparecen reflejadas las formas en una
completa diversidad.
¿Vienen del espejo, o de los objetos
externos?
¿Vienen de cualquier parte, o vienen
sin ninguna causa?
Cuando se prueba, esto no puede ser
sostenido; son mera originación dependiente.
9.
Entre
la cara que nunca existió y su reflejo,
Nadie ha observado ninguna separación
o división.
Similarmente, de la sabiduría que es
como un espejo
Aparecen las formas, aunque nunca
hayan sido reales antes.
Tú has de vincularte así a la
sabiduría y compasión, hijo mío.
10. Sobre la superficie de un agua clara
e imperturbada,
Uno puede experimentar, como viendo
una dualidad,
La ilusión del reflejo de la Luna
como en un cristal;
Nadie ha observado que semejante dualidad
exista.
11. A partir de la vacuidad que parece un
cielo claro,
Surge la incontenible compasión hacia
todos los seres.
Conforme la compasión crece, lo hace
desde dentro de la vacuidad,
Y cuando cesa, lo hace también en la
vacuidad, hijo mío.
12. Desde el cuerpo de los altos
acantilados rocosos
Los ecos reverberan en sucesión.
¿Qué separación existe entre los ecos
y los acantilados?
A través del resonar, ¿Quién podría
aprehenderlos como existentes o no existentes?
13. Similarmente, desde la vacuidad
primordialmente pura,
Reverberan los sonidos de la intensa
compasión hacia los seres.
Contempla así la vacuidad y la
compasión, hijo mío.
14. De la superficie de un Sol
resplandeciente y sin mancha
Surge la luz que beneficia
verdaderamente a los seres.
Nadie ha observado que el Sol esté
separado de sus rayos.
15. Aunque la vacuidad y la gran
compasión aparezcan como formas,
La compasión también es mera
vacuidad.
Pues ningún Salvador ha enseñado
nunca que la compasión
Esté separada de la vacuidad, docto
hijo mío.
16. ¡Ah! Escúchame mientras estás en el
estado de vacuidad.
El que los seres eliminen su
sufrimiento
Es debido solo a la vacuidad: has de
conocer esto.
Aunque existen incontables remedios,
El único remedio verdadero es la
vacuidad, por tanto involúcrate en su meditación.
17. Aunque lo que ha de ser eliminado y
sus antídotos parecen distintos,
Practica ambos en tu sendero de meditación
por medio de la purificación de los tres aspectos[4].
Aunque incontables personas que han
fracasado a la hora de entender esto
Son atraídas hacia ti, ¿Qué necesidad
hay de rehuirlos?
18. Viéndolos como vacuidad y compasión,
¿Cómo puede esto ser confusión?
¿No es la misma compasión vacía,
docto hijo mío?
¿No amanece la vacuidad como
compasión, aquel que discrimina?
¿Hay alguna diferencia entre vacuidad
y compasión?
19. Incluso cuando el enfado surge en mi
como un viento tempestuoso,
Yo lo percibo como indiferenciado de
la vacuidad.
Similarmente yo veo los incontables
instantes de conceptualización
Como emergiendo definitivamente desde
la vacuidad.
20. Cuando yo miro desnudamente a esos
pensamientos conceptuales,
Yo no los veo establecidos ni como
verdad, ni como falsos.
Cuando dejo que se vayan libremente
dentro de la vacuidad
Yo no veo tan siquiera que surja la
menor conceptualización.
21. Por tanto, yo no veo diferencia o
contradicción,
Aunque sea del tamaño de un átomo,
entre vacuidad y compasión.
¿Qué necesidad hay de decir nada
sobre la indivisibilidad de las dos?
22. ¡Ah! A partir de ahora, tanto que
estés andando como sentado,
En ese mismo sitio está la soledad,
docto hijo mío.
El que la mente permanezca en el
Camino del Medio
Es la verdadera forma de ser de la
vacuidad, docto hijo mío.
23. La meditación en la compasión
mientras estás en este estado
Es el Yoga de la Indivisibilidad,
hijo mío.
Cuando practicas la compasión con
semejante conocimiento,
Entonces incluso cuando estás con una
intensa compasión, es pura vacuidad.
24. No hay meditación en la vacuidad que
no esté interpenetrada por la compasión,
Pues la práctica de la compasión es
únicamente la vacuidad.
El cuanto a la vacuidad, incluso
aquellos que buscan la calma mental[5]tienen
que practicarla.
Para este Vehículo[6],
sin embargo, la vacuidad es compasión;
Y la naturaleza esencial de esta
compasión es la vacuidad.
Por lo tanto, comprende que la compasión
es la naturaleza esencial de la vacuidad.
25. Aunque tú puedas ser diestro en
muchas disciplinas del conocimiento,
Yo te revelo a ti esta gran práctica,
raíz de muchos de los puntos esenciales
De mis enseñanzas, como mi consejo de
corazón final.
Ahora yo no me quedaré más aquí, y
comienzo mi viaje a Tibet (Central).
26. Todas las actividades son como impresiones
en arcilla y cera;
Lo construido, que es llamado vida,
fluctúa como el relámpago;
Y el encuentro de cuerpo y mente
parece una casa de huéspedes y su invitado;
Aunque es posible que yo pueda
retornar a esta parte del país,
Es ley natural el que el encuentro
termine en separación.
27. Indudablemente, tú serás mi hijo si
llevas estas instrucciones a tu corazón.
Tú disfrutarás de la alegría última
si sigues estas palabras de consejo.
Pronto yo partiré para estar en
presencia de Maitreya;
Yo partiré hacia Tushita para
realizar completamente
Las palabras y el significado de la
Prajñaparamita[7].
Por tu parte, tú también deberías de
rogar para alcanzar el estar en Su presencia,
Para discurrir con El después de que
esta vida termine.
28. ¡Oh, Todos los Budas y sus Hijos de
las diez direcciones!
Os ruego que nos prestéis atención
hoy aquí con gran compasión.
Cualquier hecho virtuoso que nosotros
hayamos hecho con nuestras tres puertas,
En los tres tiempos[8],
a través de todas las vidas en esta existencia cíclica,
Yo las dedico hacia el logro de la
Suprema Iluminación.
29. Hasta que realicemos los Cuerpos de
un Buda y las Actividades Iluminadas,
Sin que importe el tipo de forma que
asumamos en nuestros nacimientos,
Que podamos aplicar nuestras tres
puertas a las Diez Perfecciones[9],
Y que podamos complacer a nuestros
gurús y aumentar sus actividades iluminadas.
Colofón:
Esto fue otorgado como una enseñanza
general de Dharma a Namdak Tsuknor cuando Atisha, el Salvador de los Seres,
estaba preparando el comienzo de su viaje a Tibet (Central).
[1] Cuerpo,
habla, y mente.
[2] Atisha.
[3] El
dharmadhatu.
[4] Las tres
esferas de la acción: sujeto, objeto, y acción.
[5] Samatha.
[6] El
Mahayana.
[7] La
Perfección de la Sabiduría.
[8] Pasado,
presente y futuro.
[9] Son las
Seis Perfecciones: Generosidad, Moralidad, Paciencia, Esfuerzo, Concentración y
Sabiduría; además de las Perfecciones de los Medios Hábiles, las Aspiraciones,
los Poderes, y la Sabiduría Intuitiva.
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