En sánscrito: Bhavanakrama,
III.
Los estados graduales de
meditación están descritos aquí, resumidos, para aquellos que han entrado en el
sendero, de acuerdo con el camino de los Sutras del Mahayana.
1. Calma mental
y visión profunda. (Samatha-vipashyana)
Allí, en esos Sutras, si bien las absorciones meditativas del
bodhisatva fueron enseñadas por el Bhagavan como ilimitadas[1] e inmensurables[2], debido
a los cuatro inmensurables[3] y demás,
sin embargo todas ellas están agrupadas en calma mental[4] y visión
profunda[5]. Por eso
es llamado el sendero mixto que combina la calma mental y la visión profunda.
El Bhagavan dijo: “Por medio de la meditación de la calma
mental, una persona se ve libre de las cadenas de la maldad[6], y
por medio de la visión profunda pone fin a los signos[7].”
Por lo tanto, aquellos
deseosos de eliminar todos los oscurecimientos[8] deberían
de practicar la calma mental y la visión profunda. A través de la fuerza de la
calma mental la mente llega a estar
inmóvil, como una lámpara en un lugar sin viento. A través de vipashyana es
generado el brillo del conocimiento verdadero debido a la revelación de la
verdadera naturaleza de la Talidad de los fenómenos.[9] Entonces
todos los oscurecimientos desaparecen lo mismo que la oscuridad ante la luz del
amanecer.
Precisamente debido a esto el
Bhagavan enseñó cuatro realidades como objeto de meditación para los yoguis: 1)
la imagen mental directamente percibida[10]; 2) la
imagen mentalmente adquirida[11]; 3) el
límite último de las cosas[12]; 4) el
completamiento del trabajo.[13]
1)
En este contexto,
cuando por medio de la calma mental uno se está dedicando a meditar en una
imagen mental de todos los fenómenos, o en una forma como la del Buda, etc.,
eso de lo cual está dependiendo es llamado una imagen mental sin
conceptualización. Aquí es llamado sin conceptualización debido a una ausencia
de conceptos que estén determinando el verdadero estado de esa realidad.[14] Y es
llamado una imagen mental porque cuando uno se está dedicando a meditar,
depende de una imagen de los fenómenos tal como han sido estudiados y
comprendidos.
2)
Cuando el yogui
analiza[15] esa
imagen mental para comprender la realidad[16], por
medio de la visión profunda, entonces esto es llamado una imagen mental
acompañada por conceptualización debido a la presencia[17] allí de
un concepto que está determinando la realidad[18], lo
cual es la característica de la visión profunda.
3)
Y tras determinar
la naturaleza de esa imagen mental sobre la base de haber entendido
correctamente la naturaleza de todos los fenómenos, el yogui está como si
estuviera determinando las imperfecciones de su propio semblante discerniendo
su reflejo[19] en un
espejo. Cuando penetra la talidad que marca el límite de las cosas entonces,
debido al haber comprendido la naturaleza final de los fenómenos, esto es
llamado el objeto de meditación del límite de las cosas[20] en el
primer nivel del bodhisatva.
4)
Después de esto,
a través del camino de la meditación, gradualmente se va dando una
reorientación de la base de la mente debido al surgir de momentos de más y más
pureza mental[21], e ir
incrementándose el interés genuino hacia los otros niveles, lo mismo que cuando
uno emplea un elixir de hierbas medicinales. Cuando el yogui obtiene la
absorción en el trabajo[22], la
cual está definida por la eliminación total de los oscurecimientos, ese conocimiento
es llamado el objeto para la culminación del trabajo[23] en el
nivel de la budeidad[24].
Ahora, ¿Qué prueba todo esto?
Muestra que la realización del límite de todos los fenómenos acontece a través
de la práctica de la calma mental y de la visión profunda. Y por eso, la
culminación del trabajo está definida por haber conseguido la eliminación de
todos los oscurecimientos, y esto significa la Iluminación. Por tanto, quien
aspire a conseguir la budeidad[25] debería
de practicar la calma mental y la visión profunda. Quien no practique estas dos
no conseguirá ni el límite de los fenómenos, ni la culminación del trabajo.
Aquí la calma mental es la concentración de la mente, y la visión profunda es
el examen de las cosas[26].
El Bhagavan ha hablado
brevemente acerca de las cualidades de la calma mental y la visión profunda en
el Noble Ratnamegha y en otras partes, definiéndolas:
“La calma mental es la concentración en un solo punto, la visión
profunda es el discernimiento de la realidad.”
2. Cómo
practicar la calma mental y la visión profunda.
Aquí, el yogui establecido en
las provisiones[27] para la
calma mental y la visión profunda, tales como la purificación de la moralidad, tras
haber generado la gran compasión hacia todos los seres, debería de practicar la
escucha del Dharma, reflexionar en ello, y meditar por medio de la mente de la
Iluminación[28] que ha
sido generada.
A la hora de la meditación,
el yogui que debería de cumplir primero con todas sus obligaciones rutinarias,
tales como haber vaciado su vejiga e intestinos, se sienta en un lugar libre de
las perturbaciones del ruido y demás, y entonces genera el voto: “He de
establecer a todos los seres en la gloria de la Iluminación.” Habiendo
realizado la gran compasión, con el propósito de conseguir el bienestar de
todos los seres del mundo entero, se postra con sus cinco miembros ante todos
los Budas y bodhisatvas de las diez direcciones, dispone imágenes o pinturas de
sus cuerpos ante él en un escabel o algo similar, les hace ofrendas, los alaba
tal como desee, confiesa sus propias faltas, y se regocija en el mérito de todo
el mundo.
Entonces, sentado en un
asiento blando y confortable, adopta la postura del loto del Venerable
Vairocana, y si no es posible en la postura del medio loto, con los ojos ni
demasiado abiertos ni cerrados, con la vista dirigida a la punta de la nariz,
manteniendo su cuerpo erguido sin que esté inclinado o rígido, debería de mantener
la atención mental dirigida hacia el interior. Entonces los hombros deberían de
mantenerse nivelados, la cabeza ni demasiado alta ni baja, no cayendo hacia un
lado u otro. La nariz debería de mantenerse a nivel con el ombligo, y la lengua
debería de tocar los dientes superiores. La inhalación y exhalación no debería
de ser demasiado fuerte o brusca, ni tampoco rápida, sino automática y natural
con una inhalación y exhalación consciente y medida.
En primer lugar, el yogui
debería de practicar la calma mental concentrando su mente en esa imagen del
Tathagata que ha visto, o de la que ha oído hablar. Esa forma del Tathagata es
de color amarillo como el oro puro, y está adornada con las marcas mayores y
menores, sentada en medio de un círculo compuesto por la familia del Buda,
mientras por medio de miríadas de formas beneficia a los seres. El yogui,
teniendo en mente esa imagen del Tathagata, debería de generar la aspiración de
conseguir todos los atributos del Tathagata.
Sin que haya laxitud o
excitación, debería de continuar meditando hasta que vea al Tathagata tan
claramente como la imagen situada ante él. Entonces debería de contemplar con
la visión profunda como aparece y desaparece una y otra vez el reflejo de la
imagen del Tathagata. Después de esto, debería de pensar así: “Lo mismo que el
reflejo de la imagen del Tathagata no aparece viniendo de ninguna parte, ni
desaparecerá yendo a ninguna parte; y la imagen sentada tampoco tiene
existencia propia[29], y
carece de un yo o de lo perteneciente a un yo; similarmente todos los fenómenos
carecen de existencia verdadera, carecen de un yo y de lo perteneciente a un
yo; no vienen de ninguna parte, ni van a ninguna parte, y lo mismo que un
reflejo carecen de entidad.” Así, reflexionando y meditando en la realidad, con
una mente inmaculada y e indescriptiblemente estable, debería de continuar
sentado tanto tiempo como quiera. Esta absorción meditativa es llamada la
“absorción meditativa del Buda sentado enfrente.”[30] Las
instrucciones detalladas sobre sus ventajas deberían de ser buscadas en el
Sutra del mismo nombre.
Las adquisiciones llegan de
estas formas. Fijando la mente en ellas, uno tiene que practicar la calma
mental para aminorar el apego y el orgullo. De hecho, todas las adquisiciones son
con forma o sin forma. Las adquiridas partiendo del agregado de la forma[31] son
llamadas “con forma[32]” Las
adquiridas del montón (o agregado) de las sensaciones[33] y
demás, son llamadas “sin forma.”[34]
La gente ignorante, debido a
su fijación en la adquisición de cosas mundanas, gira en la existencia cíclica
con sus mentes engañadas. El yogui, impulsado por la gran compasión hacia
ellos, para eliminar sus engaños, debería de practicar la visión profunda tras
haber perfeccionado la calma mental, para realizar la Talidad.
El examen de las cosas o
fenómenos es llamado “visión profunda,” y a su vez la naturaleza de las “cosas[35]” es la
no existencia de una “persona”[36] y la “no
existencia de una entidad en los fenómenos”[37].
Aquí, la no existencia
verdadera de una persona[38] es el
hecho de que en los agregados no hay un yo, ni nada que pertenezca a un yo; y
la no existencia de una entidad verdadera en los fenómenos es el hecho de que
existen como una ilusión. Aquí el yogui debería de examinar tal como sigue:
“Primero, aparte del agregado de la forma y demás, no existe una persona; y
esto es debido a su no reflejo[39]. Y es
dependiendo del agregado de la forma y de los demás agregados por lo que existe
una persona, y por tanto es una producción hecha en base a condiciones. Además,
no hay una persona que posea la naturaleza de los agregados de la forma y
demás. Esto es debido a que los agregados de la forma y demás, tienen la
naturaleza de ser impermanentes y múltiples, mientras la persona es imaginada
por sus proponentes como permanente y una. Tampoco se da una persona a la que
uno no pueda describir de acuerdo a la realidad, de esta forma o de otra forma
razonable, puesto que las cosas reales tienen este tipo de existencia.”
Por lo tanto, lo que el mundo
llama “yo y mío” es mostrado claramente como siendo nada más que una ilusión
propia de la gente necia.
Posteriormente, para analizar
la falta de una existencia inherente en los fenómenos, esos fenómenos con forma
material también deberían de ser analizados: “¿Son establecidos a nivel último
como entidades separadas existiendo aparte de la mente; o es la propia mente la
que aparece, manifestándose como la forma y demás, lo mismo que aparecen las
formas en los sueños?”
Examinando los fenómenos,
descomponiéndolos en sus átomos y partículas subatómicas, no descubre nada. Y así, al no poder encontrar
nada, disminuye sus conceptualizaciones con respecto a su existencia o no
existencia.
“Si uno descompone la materia en átomos, indudablemente no albergaría el
concepto de forma. Aquellos con una visión errónea no pueden entender el juego
de la mente.”
El yogui piensa: “Debido a la
fuerza del apego a las formas falsas y demás, desde un tiempo sin principio, para
el ingenuo la propia mente toma la apariencia de una forma material como si
existiera externamente de manera separada, lo mismo que esas formas y demás que
son aprehendidas en los sueños. Por consiguiente, los Tres reinos son solo
mente.”
Por lo tanto, concluyendo que
la mente es la manifestación de todos los fenómenos, y analizándolos, llega a
comprender la naturaleza de todos los fenómenos, y examina la mente. Entonces
el reflexiona así: “La mente a nivel último, también es no creada, como una
ilusión. Cuando la mente aparece bajo distintas formas tras haber asumido los
aspectos ilusorios de la forma y demás, ¿Cómo puede entonces ser establecida su
propia existencia, debido a no ser diferente de esas formas y demás? La mente
cuando está siendo creada no viene de ninguna parte, y cuando cesa no va a
ninguna parte. En un sentido último la mente no es creada por ella misma, por
otros, o por ambos. Por consiguiente la mente es como una ilusión. Lo mismo que
es la mente, así lo son todos los fenómenos ilusorios, no creados a nivel
último[41].”
La naturaleza de la mente por
la cual el yogui examina los fenómenos, tampoco puede ser encontrada cuando se
examina. Así, ante cualquier objeto en el que se fije la mente del yogui, su
naturaleza o substanciabilidad no puede ser encontrada cuando se examina.
Cuando eso no es encontrado, comprende que todas las cosas carecen de una base
real, lo mismo que el tronco de un platanero. Entonces su mente se aparta. De
esta manera, habiendo llegado a estar desprovisto de las contradicciones de las
emociones, y habiéndose ido las antiguas ilusiones, el logra el yoga de la
carencia de signos[42].
Así, el noble Ratnamegha
dice:
“De esta forma, el yogui, diestro en lavar la suciedad de todas las
faltas, alcanza el yoga a través de la meditación en la vacuidad, para eliminar
todas las falsedades ilusorias.”
Así, amplificando su
meditación en la vacuidad, donde quiera que su mente viaje, o en cualquier
actividad en la que se involucre, el realiza la vacuidad de esos lugares y
cosas, tras buscar a través del análisis. Tras examinarla, la propia mente aparece
como vacía por naturaleza. Así, tras un examen detallado, entra en el yoga de
la carencia de signos. El también llega a saber que quien no examina las cosas
detalladamente, no puede entrar en el nivel de carencia de signos.
Examinando la naturaleza de
los fenómenos de esta manera, cuando el no encuentra nada, el no postula ni
“existe” ni “no existe”, debido a que no aparece siempre en su mente. Aquel que
lo ve como no existente, no recibe reflejos en su intelecto. Si algo es
percibido a veces, uno debería de verlo como no existente, negándolo. Si el
yogui, examinando con su sabiduría, no descubre nada durante los tres tiempos,
¿Qué podría postular imaginándolo como “no existente”? Así, los otros conceptos no existen para él
en ese momento, puesto que todos los conceptos están incluidos bajo las
concepciones de existencia y no existencia. Así, debido a la no existencia de la
cosa que impregna[43], lo
impregnado[44] tampoco
existe. Cuando esto llega a ser así, uno entra en un estado de no
conceptualización que está libre de la proliferación de las conceptualizaciones,
y ya no se confía en la forma y demás. Y sobre la base de no aprehender ninguna
naturaleza independiente en nada, uno llega a convertirse en un meditador más
allá de la sabiduría[45]. Uno ha
entrado la Talidad consistente en la ausencia de una identidad inherente en la
persona y los fenómenos. Y puesto que no existe nada más que pueda ser
examinado, el yogui permanece sin esfuerzo, penetrando siempre más y más
claramente esa Talidad con una mente cuyos pensamientos han cesado, y la cual
tiene su propio aroma distintivo, el sabor singular de la no conceptualización.
3. Evitar las
distracciones: cómo contrarrestarlas.
Y permaneciendo en ese
estado, el no debería consentir la dispersión de su mente. Cuando uno se da
cuenta de que la mente se distrae con los fenómenos externos, entonces debería
de examinar su naturaleza para calmar su mente, y entonces retomar la práctica
de la meditación. En el caso en el que la mente no parece satisfecha, debería
desarrollar la satisfacción viendo las virtudes de la absorción meditativa; y
debería de pacificar su insatisfacción viendo las faltas que hay en la
distracción. Si, con la llegada del letargo[46] y la
indolencia[47], la
mente parece estar aparentemente absorta o a punto de recaer en la laxitud de
en absorción, el debería de vencer esa laxitud en la absorción, visualizando
cosas gozosas como la forma luminosa del Buda, o la luminosidad de la
consciencia. Sobre esa base, uno debería de aprehender esa realidad más
firmemente. Pero cuando el yogui no puede determinar esa realidad más
claramente-lo mismo que alguien que es ciego de nacimiento, o como un hombre
que ha entrado en la oscuridad, o como alguien cuyos ojos están cerrados-entonces
su mente debería de ser reconocida como hundida y carente de visión profunda.
Además, si se percibe que la
mente está excitada por el deseo de objetos experimentados anteriormente, o si
se sospecha la aparición de tal excitación, entonces uno debería de calmar esa
excitación recurriendo a tópicos aleccionadores como el de la impermanencia.
Sobre esa base, uno debería de aplicarse para entrar en un estado mental sin
esfuerzo con respecto a la realidad. Y si la mente se volviera inestable, como
la de una persona confusa o la de un mono, debería de ser reconocida como
excitada y falta de tranquilidad. Cuando recuperada de esa laxitud y agitación,
es generada una mente muy clara basada en la realidad del instante, en
equilibrio, y teniendo su propio sabor distintivo, el yogui permaneciendo sin
esfuerzo, debería de llegar a ser ecuánime. Solo entonces el sendero combinado
de la calma mental y la visión profunda puede ser considerado como establecido.
Si uno estuviera cultivando
la visión profunda, y la sabiduría de uno llegara a ser demasiado aguda,
entonces debido al hecho de que la calma mental es demasiado débil, entonces no
habría una visión muy clara de la realidad debido a la oscilación de la mente,
lo mismo que una lámpara de mantequilla en un lugar azotado por el viento.
Sobre esa base, en ese momento debería de cultivarse la calma mental. Al contrario, si la calma mental llegara a ser
demasiado excesiva, entonces no habría una visión demasiado clara de la
realidad, lo mismo que alguien que ha sido vencido por la somnolencia. Por
tanto, en ese momento, debería de ser cultivada la sabiduría. Pero cuando los
dos están trabajando en equilibrio, lo mismo que una pareja de bueyes
trabajando juntos, entonces uno puede practicar sin esfuerzo, mientras no haya
dolor en el cuerpo o mente.
En resumen, hay seis faltas
posibles para cada absorción meditativa: pereza, pérdida del objeto, laxitud, excitación,
falta de esfuerzo, y sobreesfuerzo. Como antídotos deberían de ser cultivadas
ocho condiciones de abandono, que son: la fe, aspiración, esfuerzo,
flexibilidad, atención plena, comprensión clara, fuerza de voluntad, y
ecuanimidad. De entre estos, los cuatro primeros son antídotos para la pereza.
Esto quiere decir que es a través de la fe caracterizada por una confianza
firme en las virtudes de la absorción meditativa como surge la aspiración del
yogui. Por tanto, a partir de esa aspiración nace el esfuerzo. Entonces a
través del poder del esfuerzo se genera la flexibilidad física y mental.
Entonces, para alguien flexible de cuerpo y mente, la pereza es eliminada. Por
tanto, los antídotos que comienzan por la fe, funcionan con respecto a la
eliminación de la pereza. Es por esta razón por la que han de ser cultivados. La
atención mental plena es el antídoto para la pérdida del objeto. La comprensión
clara es el antídoto para la laxitud y la excitación, puesto que cuando uno se
da cuenta, son abandonados. Pero a la hora de aliviar la laxitud y excitación,
pudiera darse la falta de la falta de esfuerzo. Entonces, como antídoto para
eso debería de ser cultivada la fuerza de voluntad. Cuando la laxitud y la
excitación son aminoradas, si la mente llegara a ser poseedora de calma mental,
entonces podría darse la falta del sobreesfuerzo. Siendo así, debería de ser
cultivado su antídoto, la ecuanimidad.
Si se hace un esfuerzo cuando
la mente está entrando en equilibrio, entonces parece la distracción. Por otro
lado, si no se hace un esfuerzo cuando la mente está laxa, entonces, debido a
la falta de visión profunda, podría llegar a estar hundida como la de un hombre
ciego. Por tanto, uno debería de vencer esa laxitud mental, y calmar la mente
agitada. Cuando la mente ha conseguido su equilibrio, uno debería de ser
ecuánime. Entonces el yogui debería de seguir cultivando espontáneamente la
Talidad durante tanto tiempo como desee. Y si surgiera malestar físico o
mental, entonces considerando todo el mundo, uno debería de realizar que es
como un reflejo, como la luna en el agua, esto es, como una ilusión.
Y por eso se dice en el
Avikalpa-pravesa:
“Por medio del conocimiento que trasciende el mundo uno ve a todos los
fenómenos como la bóveda del cielo. Por
el conocimiento obtenido subsecuentemente uno los ve como una ilusión, un
espejismo, un sueño, la luna en el agua.”
Tras haber realizado que el
mundo es como una ilusión, y habiendo manifestado gran compasión hacia todos
los seres, uno debería de considerar las siguientes líneas: “Aquellos de mente
pueril, no entendiendo la profundidad de la enseñanza, acumulan diversas
acciones y aflicciones, súper imponiendo erróneamente la existencia y demás
sobre fenómenos que desde el mismo principio han sido paz. Debido a ello vagan
en la existencia cíclica. Yo actuaré para que ellos puedan despertar a esa
enseñanza profunda.” Entonces, tras haber descansado, uno debería de volver a
entrar en la absorción en la que no hay manifestación de ningún fenómeno,
exactamente de esta forma. Si la mente llegara a cansarse, entonces después de
haber descansado, uno debería de volver a entrar en la absorción de la misma
manera. Uno debería de permanecer en el tanto tiempo como se pueda, sea una
hora o el tiempo de echar una mirada.
4. Cómo
levantarse de la absorción meditativa.
Entonces, cuando uno desee
levantarse de la absorción meditativa, sin abandonar la posición del loto, uno
debería de pensar: “Incluso aunque todos los fenómenos a nivel último son no
surgidos, puesto que están sujetos a la totalidad de causas y condiciones, funcionan
lo mismo que una ilusión, adoptan formas diversas, y son disfrutados sin
pensar. Por tanto, no se da una implicación de la visión nihilista, ni siquiera
de una conclusión que suponga rechazo. Y
puesto que al ser examinados por la sabiduría no son aprehendidos, no hay una implicación
del eternalismo, ni siquiera una conclusión que suponga súper imposición.”
Ahora, aquellos que realizan
acciones diversas debido a una obsesión, cuyos intelectos ven de forma
invertida pues carecen del ojo de la sabiduría, giran y giran en la existencia
cíclica. Pero aquellos que se han apartado de la existencia cíclica, quienes
han domado el ego pero no completan las perfecciones, comenzando con la
generosidad, debido a que carecen de la condición de la gran compasión, esos
seres caen en la Iluminación de los Oyentes y Realizadores Solitarios debido a
su carencia de método.
Aquellos cuyos intelectos no
están engañados, como el de un mago, tras haber realizado la no
substanciabilidad del mundo, recurren a las vastas acumulaciones de mérito y
sabiduría con la determinación de rescatar al mundo entero por la fuerza de la
gran compasión. Tras haber alcanzado el estado de un Tathagata, ellos
permanecen, dando lugar a beneficios y felicidad en todas las formas, para todo
el mundo. Puesto que sus aflicciones han sido eliminadas por la fuerza de la
sabiduría, ellos no caen en la existencia cíclica. Por otro lado, movidos por
la consideración hacia todos los seres no caen en el nirvana debido al poder de
su vasta acumulación de mérito simultáneamente adquirido. Y se convierten en el
soporte para la vida de todos los seres. Por tanto, yo que deseo alcanzar el
nirvana de no permanencia, con el deseo de generar el bienestar y la felicidad
de todos los seres, debería de involucrarme en las grandes acumulaciones de
mérito y sabiduría.
Esto se dice en Sutra del
Secreto del Tathagata[48]:
“La acumulación de sabiduría se realiza para eliminar todas las
aflicciones. La acumulación de mérito se realiza para sostener a todos los
seres. Entonces, debido a ello, ¡Oh, Bhagavan!, el bodhisatva, el Gran ser,
siempre debería de esforzarse en las acumulaciones de mérito y sabiduría.”
Y también se dice en el Sutra
de la generación de las provisiones del Tathagata[49]:
“Solo hay una razón para el renacimiento del Tathagata. ¿Cuál es? ¡Oh,
Hijo del conquistador! Los Tathagatas renacen debido a decenas de miles de causas
inmensurables. ¿Cuáles son estas, entonces? Son las causas para el correcto
cumplimiento de todas sus insaciables acumulaciones de mérito y sabiduría.”
“Los cuerpos de los Tathagatas nacen de cientos de méritos, de todos los
fenómenos virtuosos, y de las incontables raíces de virtud[51].”
Tras haber actuado de esta
forma, abandona la postura del loto. Entonces, tras postrarse ante todos los
Budas y bodhisatvas de los mundos de las diez direcciones, realiza himnos de
alabanza, y les hace ofrendas. Y entonces debería de hacer el voto, tal como el
del Noble Bhadracarya[52];
después debería de involucrarse en las acumulaciones de mérito, comenzando con
la generosidad, las cuales son llevadas
a la fructificación en la Insuperable Iluminación que tiene la matriz de la
vacuidad y la compasión.
5. La tesis de Hashang.
Pero algunos
consideran:”Debido a que están sujetos a las acciones positivas y negativas
generadas por la mente conceptual, los seres giran en la existencia cíclica
experimentando los frutos de sus acciones, tales como los reinos celestiales.
Pero aquellos que no piensan en nada, ni realizan ninguna acción, se verán
completamente liberados de la existencia cíclica. Por tanto, no debería de pensarse
nada. Ni debería de emprenderse la práctica de las perfecciones de la
generosidad y demás. La conducta virtuosa que practica la generosidad y demás,
solo se enseña teniendo en mente a la gente necia.”
6. Refutación.
a) Las
implicaciones de esta tesis.
Todo el Mahayana resultaría
abandonado por esa persona. Y puesto que el Mahayana es la raíz de todos los
vehículos, por abandonarlo, son abandonados todos los vehículos. Esto es decir,
aquellos que dicen que no debería de pensarse nada habrían abandonado la
sabiduría marcada por el discernimiento de la realidad. Puesto que el
conocimiento verdadero tiene como raíz el conocimiento de la realidad, al
abandonarlo, también se estaría abandonando la sabiduría que transciende lo
mundano, y al abandonar esta, también se abandonaría la omnisciencia.
Y quien dice “Ni debería de
emprender la práctica de las perfecciones de la generosidad y demás,”
claramente ha abandonado el método que comienza con la generosidad; y también
abandona el Mahayana, el cual, en resumen, es sabiduría y método.
Tal como dice en el Noble Gayāsirsa:
“En resumen, estos dos constituyen el sendero de los bodhisatvas. ¿Qué
dos? Sabiduría y método.”
Y en el Noble Sutra del
secreto del Tathagata, dice:
“Y esta sabiduría y método resumen el conjunto de las perfecciones del
bodhisatva.”
Por tanto, aquel que abandone el Mahayana estará
creando un gran oscurecimiento. Por ello, la persona sabia deseosa de su propio
bien debería de abandonar incluso desde la distancia, lo mismo que una comida
envenenada, esas palabras venenosas que están opuestas a las escrituras[53] y
al razonamiento[54]
de aquellos que niegan el Mahayana, que son egoístas, que no prestan servicio al instruido, que no
están embebidas del espíritu de las palabras del Tathagata, y que traen la
ruina a sí mismos y a los demás.
Tanto es así, que quien abandone el discernimiento de
la realidad habría abandonado la más destacada de las ramas de la iluminación,
la llamada “Discriminación de los fenómenos.”
Y sin el discernimiento de la
realidad, ¿Cómo podría la mente del yogui que está apegada a las cosas
existentes desde un sin principio, tales como las formas materiales, entrar en
la no conceptualización?
b) La
inconsistencia de la objeción de que uno puede alcanzar lo inmaculado[55] por
medio de la ausencia de recuerdo[56] y
no prestar atención[57].
Si se dice que uno entra en
la no conceptualización a través de la ausencia de memoria y de la falta de
atención hacia todos los fenómenos, eso no es razonable. Pues sin el
discernimiento de la realidad es imposible emprender el no recuerdo y la falta
de atención hacia todos los fenómenos, incluso aunque estén siendo
experimentados. Y si uno intentara cultivar el no recuerdo y la falta de
atención hacia esos fenómenos, haciéndolo así: “Los llamados fenómenos no han
de ser recordados, o captar mi atención,” ¡Pero entonces tendrían que haber
sido notados por él, y haber captado su atención!
Si la mera no existencia del
recuerdo y la no atención constituyeran la falta de recuerdo y de atención
pretendida, ¿entonces, de qué forma se produce la no existencia de las dos?
Esto debería de ser considerado, pues, ¿Cómo la no existencia podría ser un
efecto?
Además, la no existencia como
causa, no es lógica puesto que la no conceptualización tiene que ser ocurrir
sobre su base. Esto supondría la entrada en la no conceptualización de alguien
que tenga un desmayo, puesto que para él no existen ni el recuerdo ni la
atención.
Y no hay otro método salvo el
discernimiento de la realidad por el que uno pueda emprender el no recuerdo y
la falta de atención. Y también, cuando sucede la falta de recuerdo y de
atención, ¿Cómo podría llegar a ser realizada la falta de existencia inherente
de los fenómenos, sin el discernimiento de la realidad? Pues sin discernir los
fenómenos así: “Los fenómenos están vacíos de existencia inherente,” no puede
darse la penetración de su vacuidad. Sin la penetración de la vacuidad tampoco
sería posible el abandono de los oscurecimientos. Pero si se niega la necesidad
de ese abandono, ¡Todo el mundo y en todas partes, ya estaría liberado!
Y si el recuerdo y la
atención del yogui hacia todos los fenómenos no pueden darse debido a carecer
de memoria o a estar en un estado de aturdimiento, entonces, ¿Cómo puede ser un
yogui esta persona completamente aturdida? Y en esa circunstancia, por medio de
practicar el no recuerdo y la inatención, sin el discernimiento de la realidad,
la ignorancia llegaría a ir convirtiéndose en el hábito de uno. Y precisamente
debido a eso, la luz del conocimiento
irá retrocediendo. Pero si este yogui no está carente de memoria, ni está
aturdido, entonces, ¿Cómo podría emprender la falta de recuerdo y de atención
sin el discernimiento de la realidad? Pues no es lógico afirmar que es
precisamente recordando como uno no recuerda, y que precisamente es viendo como
uno no ve. ¿Y cómo podrían las cualidades del Buda, tales como el recuerdo de
sus vidas previas, surgir de una práctica de no recuerdo y falta de atención?
Esto sería inconsistente. No hay una sensación de contacto cálido para alguien
que está cogiendo algo frio, que es opuesto a lo cálido.
Y para el yogui que ha
alcanzado la absorción meditativa, si hay una consciencia mental,
necesariamente tiene que estar enfocada en algo. Para una persona ordinaria, el
conocimiento no puede surgir sin un objeto. Pero si supusiéramos que no existe
objeto, entonces, ¿Cómo podría ser realizada la ausencia de existencia
inherente de los fenómenos? ¿Y por medio de qué antídoto serían abandonados los
oscurecimientos? Además, para una persona que no ha alcanzado el cuarto nivel
de concentración es imposible la cesación de los pensamientos.
c) La necesidad
del examen de las cosas[58].
Por tanto, eso que es
descrito en las enseñanzas superiores como falta de recuerdo y de atención, ha
de ser visto como precedido por el discernimiento de la realidad. Debido a lo
cual, el no recuerdo y la no atención han de ser acometidas por medio del discernimiento
de la realidad, y no de otro modo. Lo cual supone decir que cuando un yogui
está observando con sabiduría perfecta no ve ni tan siquiera un fenómeno en los
tres tiempos que esté verdaderamente originado, entonces, en ese contexto,
¿Podría él ser consciente y prestar atención? Pues, ¿Cómo podría eso lo cual no
es experimentado a nivel último en los tres tiempos, ser percibido o ser objeto
de atención? Así, esta persona habría entrado en el conocimiento no conceptual
en la cual todas las proliferaciones conceptuales han sido calmadas. Y sobre la
base de esa entrada uno penetra la vacuidad. Y sobre la base de esa penetración
existe el abandono de la red de todas las visiones falsas. Aquel que practica
la sabiduría unida con el método es perfectamente diestro en las dos verdades,
la aparente[59] y la última[60].
Por tanto, por medio de
alcanzar un conocimiento libre de oscurecimientos, el alcanza todos los
fenómenos de un Buda. Por consiguiente, sin el análisis de las cosas, no existe
ni el alborear del verdadero conocimiento, ni la eliminación de la maraña de
las aflicciones.
d) Confirmación
por las palabras del Buda[61].
Así, en el Sutra de la
manifestación mágica de Mañjushri[62], dice:
“¡Oh, hija[63]!
¿Cómo hace un bodhisatva para resultar victorioso en la batalla? ¡Oh Mañjushri,
es aquel que tras examinar repetidamente, no es capaz de encontrar ningún
fenómeno!”
Por lo tanto, tras haber
vencido a los enemigos que son las aflicciones con el arma de la sabiduría, el
yogui se yergue sin miedo, con su ojo de sabiduría completamente abierto y
liberado, y no como un cobarde con los ojos cerrados.
En el Sutra Rey de las
Absorciones[64], dice:
“Si uno investiga los fenómenos carentes de entidad propia, y si tras
haberlos investigado, uno cultiva eso que es la causa del fruto del nirvana,
ninguna otra causa lleva a la paz.”
Y en el Compendio de los
Sutras[65], dice:
“El, que se involucra en la práctica de la visión profunda, si no
ayudase a los otros en la práctica de la visión profunda, su propia práctica se
convertiría en una acción de Mara.”
La visión profunda tiene la
naturaleza del análisis de las cosas, esto ha sido afirmado en el Noble Sutra
Nube de Joyas[66] y en el
Sutra explicando lo profundo[67].
Y en el Noble Sutra Nube de
joyas dice:
“El conocimiento de la no verdadera existencia de las cosas[68] gracias
al análisis con la visión profunda, es llamado entrada en la carencia de signos[69]”
Y en el Noble Descenso en
Lanka[70], dice:
“¡Oh, de gran inteligencia[71]!
Puesto que las características específicas y generales de las entidades cuando
son consideradas por el intelecto no son encontradas, se dice que todos los
fenómenos carecen de existencia inherente.”
Si el examen de las cosas no
es hecho, ello llevará a la refutación de las muy diversas clases de métodos de
análisis expuestos en los Sutras por el Bhagavan. Como tal, sería apropiado
decir que nosotros, los de poca inteligencia y poco coraje, somos incapaces de
entender el análisis erudito[72]. El
Bhagavan ha alabado mucho la erudición, por tanto, nunca es apropiado refutarlo.
Y también se dice esto en el
Sutra Las preguntas de Brahma[73]:
“Aquellos que se involucran en pensar en los fenómenos impensables,
experimentan perversión del pensamiento[74]”
También en ese contexto, existen aquellos como
los Oyentes quienes, habiendo imaginado la originación de estos fenómenos que
son no surgidos a nivel último, dan preeminencia a una noción consistente en impermanencia,
sufrimiento, y demás. Ellos han caído en un estado de perversión, debido a que
han generado esa idea a través de la súper imposición[75] y la
contradicción[76].
Lo que ha sido dicho como
refutación de esas tendencias no es una refutación del deseable análisis de las
cosas, puesto que ha sido recomendado en muchos sutras.
Precisamente, en el Sutra de
las preguntas de Brahma, dice:
“Cittasura[77], el
bodhisatva, dijo: “Quien considera todos los fenómenos, y permanece sin ser
obstaculizado o herido por ellos, se dice que es un bodhisatva.”
Y allí también dice:
“¿Cómo llegan a estar dotados de energía? Cuando están
buscando la mente omnisciente, no la encuentran.”
Y también:
“Y ellos llegarán a estar dotados de comprensión a
través de la condición de discriminar adecuadamente los fenómenos.”
Y también dice:
“Ellos discriminan a todos los fenómenos como siendo
una ilusión o un espejismo.”
Por consiguiente, en
cualquier situación en la que sea examinada la proliferación conceptual con
respecto a lo impensable, el conocimiento de la realidad es solo mera escucha y
pensamiento. Aquellos que piensan de este modo, debido a que están hinchados
por el orgullo, enseñan que los fenómenos han de ser conocidos cada uno
individualmente. Pero debería de ser realizado que mientras una mente carente
de base es negada, esto no constituye una negación del discernimiento de la
realidad. De otra forma estaría completamente opuesto al razonamiento y a las
escrituras. Y todo lo que es conocido a través de la sabiduría de la escucha y
de la reflexión, ha de ser realizado a través de la sabiduría de la meditación,
y no de ningún otro modo.
A modo de ejemplo, un caballo
corre bien en un recorrido trazado que le resulta familiar: por tanto, el
examen de las cosas y el análisis de todos los fenómenos tienen que ser practicados.
Incluso si este
discernimiento de la realidad tiene una naturaleza conceptual, no obstante,
debido al hecho de que tiene una naturaleza de atención apropiada, de ella
surge un conocimiento no conceptual de la realidad. Y por consiguiente,
aquellos que quieran alcanzar dicho conocimiento deberían de practicar ese
discernimiento conceptual de la realidad. Y cuando surge el fuego del
conocimiento no conceptual de la realidad, entonces, lo mismo que el fuego así
nacido consume a dos palos secos que han sido frotados, similarmente, el
discernimiento conceptual de la realidad es incinerado por ese conocimiento no
conceptual de la realidad. Esto se dice en el Noble Ratnakuta.
e) La
liberación no es conseguida solo por la destrucción del karma, sino por la
eliminación de las emociones aflictivas.
Ahora, con respecto a lo que
también ha sido dicho-que no debiera de ser realizada ninguna acción, sea
virtuosa o de otra clase-aquellos que se pronuncian así, estarían aceptando la
doctrina de los Ajivakas, esto es, que hay liberación sobre la base de la
destrucción del karma. Pero en las enseñanzas del Bhagavan la liberación no es
conseguida sobre la base de la destrucción del karma, sino sobre la base de la
destrucción de las aflicciones. Esto es debido a que el karma acumulado desde
un tiempo sin principio nunca cesa, y por tanto no puede ser destruido. Cuando
estamos experimentando sus resultados en los estados desafortunados, incluso es
generado más karma. ¡Y es imposible que el karma cese en estados en los que las
aflicciones no han sido debilitadas, puesto que son sus causas! Lo mismo que no
cesa la luz hasta que se extingue la llama.
Y la destrucción de las
aflicciones de alguien que rechaza la visión profunda es imposible, tal como
fue explicado antes. Entonces, cuando es considerado que la visión profunda
tiene que ser practicada para destruir las aflicciones, puesto que la
liberación solo es alcanzada sobre la base de la destrucción de las
aflicciones, el intento de destruir el karma es un sin sentido.
Es razonable decir que las
acciones no virtuosas debieran de ser evitadas, pero ¿Por qué debiera de ser
evitado lo virtuoso? Si uno dice que está prohibido ya que es el motor de la
existencia cíclica, eso no es razonable. Es solo lo no virtuoso, emergiendo de
ideas erróneas como las de un mundo externo, un ego y demás, lo que es el motor
de la existencia cíclica, y no las acciones virtuosas del bodhisatva nacidas de
la gran compasión y dedicadas[78] a la
insuperable Iluminación.
Así, en el Sutra de los diez
niveles[79] se
enseña que la dedicación del sendero de las diez acciones virtuosas[80]
funciona como un acto de purificación suprema en la práctica de los Oyentes,
Realizadores solitarios, bodhisatvas, y Budas.
En el Noble Ratnakuta también
se afirma:
“Lo mismo que el conjunto de las aguas de todos los grandes ríos
contenidos en el gran océano, las raíces de virtud[81]acumuladas
por los bodhisatvas a través de diversos medios, tras haber sido transformados
en omnisciencia llegan a tener un sabor único en esa omnisciencia (la cual
revela la naturaleza verdadera de las cosas).”
La riqueza que los Budas y
bodhisatvas cosechan bajo la forma de sus cuerpos físicos[82], la
purificación de los campos,[83]luminosidad[84],
seguidores[85], gran
felicidad[86], etc.,
es el fruto de la acumulación de mérito; esto ha sido mencionado aquí y allí
por el Bhagavan en los Sutras, pero eso también sería negado.
La negación de la conducta
virtuosa también supondría la negación del voto de la liberación individual[87]. Esto
implicaría que tener la cabeza afeitada, vestir los hábitos rojos, el bol de
mendigar, etc., no servirían de aval; y
si uno se apartara de la práctica de la acción virtuosa, entonces también uno
llegaría a mantener indiferencia ante la existencia cíclica, y hacia las
acciones en beneficio de los seres. En consecuencia, también haría que la
Iluminación fuera algo remoto.
Esto ha sido dicho en el
Noble Sutra exponiendo lo profundo:
“Yo no he dicho que exista la suprema Iluminación para aquellos que se
apartan completamente del beneficio de los seres, y de la rectificación de las
impresiones mentales[88]”
En el Noble Sutra las
preguntas de Upali[89], dice:
“Ser indiferente ante la existencia cíclica es una conducta gravemente
errónea para un bodhisatva. Aceptar la existencia cíclica es la suprema buena
conducta.”
En la Noble instrucción a
Vimalakirti, dice:
“Transitar en la existencia cíclica con una base de método es liberación
para el bodhisatva. La sabiduría sin método es esclavitud. El método sin
sabiduría es esclavitud. El método con sabiduría es liberación. La sabiduría
con método es liberación.”
Y en el Noble Gaganagañja dice:
“Para los bodhisatvas, la aversión hacia la existencia cíclica es un
acto de Mara.”
En el Compendio de los
Sutras, también dice:
“Incluso los fenómenos no condicionados han de ser analizados, y la
aversión a los fenómenos condicionados es un acto de Mara. Si conoce el sendero
hacia la Iluminación, pero no investiga el sendero de las perfecciones, eso es
un acto de Mara.”
Allí también se dice:
“El apego de la mente a la generosidad, hasta llegar al apego de la
mente a la sabiduría, es un acto de Mara.”
Ahora, en esta afirmación no
hay una prohibición de la práctica de la generosidad y de las demás
perfecciones. Lo que es negado es el apego a la generosidad y demás, de alguien
que está apegado a las nociones de “yo” y “mío”; que está apegado a la mente
dualista que percibe el objeto conseguido y la persona que consigue. Para
aquellos que están establecidos en este apego invertido, la generosidad y el
resto son impuros, y por lo tanto se dice que son actos de Mara. De otro modo,
incluso la perfección de la concentración no debiera de ser necesario que fuera
practicada. ¿Y entonces, cómo podría haber liberación?
Por tanto, para puntualizar
el que la generosidad y las demás perfecciones en las que hay un aprehendedor
no son puras porque reconoce la existencia de muy diversas entidades, también
en el Noble Gaganagañja la generosidad y demás de alguien que reconoce
multitudes de seres, es llamado un acto de Mara.
Y esto mismo se dice en el
Punya-skanda-parināmanā:
“Por no conocer la igualdad de la generosidad, moralidad, paciencia,
esfuerzo, concentración, y sabiduría, todo es hecho aprehensible. Para este, yo
enseño como proteger el carácter de la moralidad ante la moralidad corrompida,
o ante la conducta incorrecta nacida de los lapsus en la generosidad y en la
perfección de la paciencia, debido a la imputación de un “yo” y de “otros.”
Pero allí, la generosidad y
demás, que se fundan sobre la base del apego invertido de un aprehendedor que
percibe una variedad de seres, son impuras. Esto es señalado precisamente. Pero
esto no supone una prohibición de la práctica de la generosidad y demás, en
todos los sentidos. De otro modo toda la generosidad y demás serían descartados,
y no meramente eso que ha caído lejos de la no aprehensión.
Y también se dice en el Sutra
de las preguntas de Brahma:
“Toda conducta, sea la que sea, es imaginaria[90];
solo la Iluminación no es imaginaria.”
Por tanto, se dice que la
conducta que descansa en la base de conceptos tales como la originación es, por
su propia naturaleza, imaginaria. Y debido a la diversa naturaleza de las
prácticas para la generación de la Iluminación, incluso a veces se dice que la
Iluminación es imaginaria. Y la predicción de la Iluminación es para el
bodhisatva sin retroceso que permanece espontáneamente en la carencia de
signos, y no para ningún otro.
Pero incluso aunque la
generosidad y demás se afirma que a nivel último son no surgidas, no se dice
que esa práctica no deba de ser realizada.
Los Budas, quienes fueron
honrados por el Bhagavan en Dipamkara[91], y
cuyos nombres no podrían ser enumerados ni siquiera en un eón[92], nunca
tuvieron prácticas prohibidas durante su periodo como bodhisatvas. Tampoco
Dipamkara censuró ninguna de las conductas del Bhagavan. Cuando él estaba en el
estado de absoluto equilibrio y tranquilidad[93],
durante el octavo nivel del bodhisatva, el expuso esta enseñanza, pero allí
tampoco prohibió su práctica. El supremo deleite del bodhisatva en el estado de
equilibrio y de carencia de signos en el
octavo nivel, ha sido prohibido por los Budas en el Sutra de los diez niveles:
“para que ellos no puedan alcanzar su
nirvana allí.” Si no hubiera
ninguna práctica que debiera de ser realizada, ello negaría todo lo que ha sido
dicho antes con respecto a la práctica del bodhisatva.
También, en el Sutra de las
preguntas de Brahma, dice:
“El da un regalo, pero no siente deseo por el fruto;
el practica la moralidad, pero no cosifica.”
“¡Oh, Brahma! Uno llega a ser alguien que no retorna
en los fenómenos de un Buda cuando está equipado con cuatro cualidades. ¿Cuáles
son las cuatro? Aceptando la ilimitada existencia cíclica, venerando y adorando
a los ilimitados Budas, etc., lucharán contra todo.”
Es inadecuado decir que la
práctica no debería de ser hecha por los de facultades medias[94], ni por
los de facultades agudas[95], pues
en este camino, para los bodhisatvas establecidos en los niveles del primero al
décimo, es generada la práctica de la generosidad y demás, y no vaga[96] en los
apéndices residuales. Resulta inadecuado decir que alguien que ha entrado en
los niveles es uno con las facultades débiles. Así ha sido dicho.
Como ha sido expuesto en el Noble
Sutra de las preguntas de Upali:
“Solo aquel que está establecido en la paciente aceptación de la no
verdadera producción de todos los fenómenos, debería de practicar la
renunciación[97],
la gran renunciación[98], y
la renunciación suprema.[99]”
El Compendio de los Sutras,
también dice:
“El bodhisatva, equipado con la realización de las seis perfecciones,
funciona a través del poder especial[100]
del Tathāgata. No hay
nada más rápido que la velocidad del poder del Tathāgata. Y para los bodhisatvas no hay
sendero más rápido que el de las seis perfecciones y los diez niveles.”
En el sutra dice que el
continuo mental es purificado gradualmente, lo mismo que cuando de refina el
oro.
En los Nobles Sutras del
Descenso a Lanka y de Los diez niveles, se dice:
“Cuando el bodhisatva se establece en la Talidad[101],
entonces entra en el primer nivel. Después de esto, paso a paso, entra en el
nivel de un Tathāgata, tras
haber ido refinando los niveles precedentes. Por tanto, no existe otra puerta
de entrada más que la de los niveles y las perfecciones para entrar en la
ciudad del Buda.”
Es inadecuado decir que todas
las seis perfecciones están contenidas en el ámbito de la concentración, que
todas ellas son completadas por su práctica, y que por tanto todas las demás
perfecciones, tales como la generosidad, no necesitan ser practicadas. Si esto
fuera así, debido a que las seis perfecciones están contenidas dentro del
ámbito del mandala hecho con boñiga de vaca[102] del
Buda, entonces solo debiera de ser hecho el mandala, y no la práctica de la concentración,
etc.
Del mismo modo, también se
seguiría el completamiento de las seis perfecciones por parte del Oyente que ha
practicado impropiamente la carencia de signos por medio de la absorción
meditativa de la cesación. Y en tal caso no se enseñaría la diferencia entre
Oyentes y bodhisatvas.
Los bodhisatvas tienen que
practicar las perfecciones en todas las circunstancias. Para substanciarlo, el
Bhagavan ha mostrado la presencia de todas las demás perfecciones en cada
perfección.
Y así ha sido dicho en el Todo
el Dharma extenso[103]:
“¡Oh, Maitreya! Respecto a esta adquisición de las
seis perfecciones, las cuales han sido expuestas para la iluminación de los
bodhisatvas, las personas ignorantes dirán que los bodhisatvas solo debieran de estar bien instruidos en la perfección de
la sabiduría, pues, ¿De qué sirve su interés en las demás perfecciones? Ellos
ven a las otras perfecciones como algo contaminado.
Entonces, ¡Oh, Ajita[104]!
¿Piensas que el Rey de Kasi[105],
quien dio trozos de su propia carne a un halcón para salvar a un palomo, era
alguien con la sabiduría oscurecida?
Maitreya replicó: No, Bhagavan.
El Bhagavan continuó: ¡Oh, Maitreya! Cualesquiera
raíces de virtud equipadas con las seis perfecciones que fueron acumuladas por
mí mientras practicaba la conducta del bodhisatva, ¿Piensas que me han hecho
algún daño?
Maitreya replicó: No, Bhagavan.
El Bhagavan dijo: ¡Oh, Ajita! Tú también practicaste
la perfección de la generosidad durante sesenta eones, e igualmente practicaste
la perfección de la sabiduría durante sesenta eones. Incluso entonces, esas
personas ignorantes dirán que el único sendero que lleva a la Iluminación es el
de la vacuidad. Esas personas llevarán a cabo una práctica impura.”
Practicando solo la vacuidad
ellos entrarán en el nirvana de los Oyentes.
7. Conclusión.
Por consiguiente, la
sabiduría tiene que ser practicada junto con el método.
El Maestro Nagarjuna dice en
el Compendio de los Sutras:
“Un bodhisatva sin destreza en los medios no debiera de practicar el
profundo Dharma.”
Aquí, el Maestro ha expuesto
lo que tomó de fuentes como la Instrucción a Vimalakirti y otros, y no es que
estas sean palabras del propio Maestro Nagarjuna. No es apropiado para el
investigador instruido renegar de las palabras del Bhagavan las cuales comprenden escrituras y
razonamiento, y aceptar las palabras de necios ignorantes.
En el Noble Ratnakuta, dice:
“Debería de meditarse en la vacuidad que contiene las bendiciones de la
omnipotencia, y que está acompañado por los méritos de la generosidad, y
demás.”
Y también:
“¡Oh, Kashyapa! Lo mismo que el rey desarrolla todas
sus funciones asistido por sus ministros, también la perfección de la sabiduría
de los bodhisatvas equipada con la destreza en los medios, desarrolla todas las
funciones de un Buda.”
Quien practica solo la
vacuidad no tendrá entrada en el nirvana.
El Bhagavan ha dicho en el
Noble Sutra del Secreto del Tathagata:
“Uno no debería de practicar solo la mente que
permanece concentrada en un solo punto sin un objeto; la destreza en el método
también debiera de ser practicada.”
Para ilustrar esto, se añade:
“¡Oh, hijo de buen linaje![106] Por
ejemplo, el fuego arde sobre la base de una causa material. Cuando no hay causa
material, el fuego está calmado. Del mismo modo, la mente arde ante
la presencia de un objeto. Cuando no hay objeto, la mente está calmada. Allí,
el bodhisatva que está en posesión de la destreza en el método conoce la paz la
cual es el objeto completamente purificado de la perfección de la sabiduría,
pero él no calma el objeto de las raíces de virtud. Y él no impulsa el objeto
de las aflicciones, y también hace un lugar para el objeto de las perfecciones.
Y mientras es discernido el objeto de la vacuidad, el objeto es visto en
términos de la gran compasión hacia todos los seres. Así es, ¡Oh, hijo de buen
linaje!, que el bodhisatva que está en posesión de la destreza en el método,
quien ha purificado completamente su perfección de la sabiduría, alcanza
completamente el dominio sobre el objeto.”
Tras haber hablado así, lo
explicó más en detalle:
“Para un bodhisatva no hay ningún objeto, sea el que
sea, que no sea transformado con el objeto de alcanzar el conocimiento de un
omnisciente. Cuando todos esos objetos del bodhisatva son llevados a la
fructificación en la Iluminación, este bodhisatva que es diestro en el método
ve a todos los fenómenos como algo que conduce a la Iluminación. ¡Oh, hijo de
buen linaje! Lo mismo que no se da el caso de que en los tres mil miles de
mundos no ocurra algo que no sea para el disfrute de los sentidos de los seres,
así también, ¡Oh, hijo de buen linaje!, nunca se da el caso de que un
bodhisatva que sea diestro en el método no vea un objeto que no sirva para
alcanzar la Iluminación.”
De este modo, la adquisición
de sabiduría y método por parte de los bodhisatvas han sido expuestos en
innumerables de Sutras.
Con respecto a esto, si uno
mismo no es capaz de iniciar el esfuerzo requerido para la acumulación de
mérito, comenzando con la generosidad, tampoco es razonable que dé esas
instrucciones a otros. Esto sería hacer daño a ambos, a uno mismo y a los
demás. Por tanto, la forma en la cual un bodhisatva tiene que abordar
necesariamente el discernimiento de la realidad y adquirir toda la acumulación
de mérito, comenzando con la generosidad, es indicada por ambos, por el
razonamiento y las escrituras.
Por tanto, la persona sabia
se aparta de las palabras de aquellos orgullosos con poca instrucción, como si
fueran veneno. Entonces, siguiendo las palabras de otros que son como un néctar,
tales como las del Noble Nagarjuna, uno genera la gran compasión hacia todos los
seres.
Entonces, permaneciendo
desapegado lo mismo que un mago, esta práctica sin error debiera de ser
realizada esforzándose en toda la conducta virtuosa de la generosidad y demás,
las cuales son llevadas a la fructificación en la Insuperable, Perfecta, y
Completa Iluminación; y en rescate del mundo entero.
En el Noble Canto del Dharma[107]dice:
“Lo mismo que un mago se esfuerza en su propia creación, y siendo
consciente de su aspecto ilusorio no se apega a ella, también el bodhisatva,
consciente de la naturaleza ilusoria de los tres estados de existencia,
presente, pasado, y futuro; tras haber alcanzado la perfecta Iluminación está
listo para hacer su trabajo para el mundo porque él conoce su realidad.”
Y así, con reverencia él
practica constantemente la sabiduría y el método, purificando su continuo
mental gradualmente por el surgir de más y más momentos de más y más pureza.
Debido a todo ello, cuando su meditación sobre el significado real de las cosas
ha alcanzado la excelencia, el llega a ser consciente del extremadamente claro
Reino de la realidad[108] libre
de toda la red de las concepciones[109]. El
alcanza el conocimiento transcendental que es tan claro y tranquilo como una
lámpara de mantequilla en un lugar sin viento.
Entonces alcanza el objeto
que es el límite de las cosas, y entra en el camino de la visión[110]. El
alcanza el primer nivel del bodhisatva. Después de esto, va progresando de
nivel en nivel purificando gradualmente los oscurecimientos residuales lo mismo
que se refina el oro, hasta que alcanza el nivel de un Buda, que es la fuente
de toda virtud, tras lograr el conocimiento inamovible y sin obstrucción. Y uno
alcanza el objeto que es la perfección del trabajo.
Por lo tanto, aquellos que deseen alcanzar la
budeidad, hasta lograrla, han de transitar en Camino del medio[111].
DEDICACIÓN:
¡Que el mérito que yo pueda
haber obtenido iluminando el sendero auspicioso sin igual, cause que todo el
mundo entre en el Camino del medio! ¡Que puedan las manchas de la envidia y
demás, ser desarraigadas! ¡No viéndose
saciado de virtud, lo mismo que el océano con sus aguas, tras haber
discriminado, que el sabio comprenda lo que ha sido bien explicado! Lo mismo
que los cisnes, que separan la leche del agua, están completamente deleitados.
Por tanto, el sabio, tras vencer los prejuicios de su mente, debería de aceptar
lo que ha sido bien explicado, aún de labios de un niño.
COLOFÓN:
Aquí termina el último de los Estados
graduales de meditación, compuesto por el Maestro Kamalasila.
Traducido al castellano y
anotado por el ignorante y falto de devoción upasaka Losang Gyatso. Editado a
25/01/2020.
[1] Aparimita.
[2] Apramāna.
[3] Los
cuatro Brahma-viharas: amor (maitri), compasión (karuna), alegría (mudita), ecuanimidad (upeksa)
[4] Samatha.
[5] Vipashyana.
[6] Dausthula.
[7] Nimitta.
[8] Āvarnas.
[9] Dharma Tattva.
[10] Nirvikalpa pratibimbakama. Imagen mental sin conceptualización.
[11] Savikalpa pratibimbakama.
[12] Vastu-paryantatā.
[13] Cārya-panirispatti.
[15] Vicārayati.
[17] Samudbhāva.
[19] Pratibimba.
[21] Āsraya
pravritti.
[24] Buddha-bhumi.
[25] Buddhatva.
[26] Bhutas.
[27] Samvara.
[28] Bodhicitta.
[29] Svabhāva.
[30] Pratyuppana Buddha sammukhāvasthita samadhi.
[31] Rūpa-skandha.
[32] Rūpi.
[33] Vedana-skandha.
[34] Arūpa.
[35] Bhūta.
[36] Pudgala.
[38] Pudgala-nairātmya.
[39] Apratibhāsa.
[40] Dhātus.
[41] Paramārtha.
[42] Nirnimitta yoga.
[43] Vyāpaka.
[44] Vyāpya.
[45] Prajñottara dhyāyin.
[46] Styāna.
[47] Middha.
[48] Tathagata-guhya Sutra.
[49] Tathagatopatti- sambhara Sutra.
[50] Arya Vimalakirti nirdesa.
[51] Kusal-dharma mūla.
[52] El Voto
de la buena conducta.
[53] Āgama.
[54] Yukti.
[55] Nirvikalpa.
[56] Asmrti.
[57] Amanasikāra.
[59] Samvriti.
[60] Paramārtha.
[61] Buddhavacana.
[62] Mañjushri vikurvana (parivarta) Sutra.
[64] Samadhi-raja Sutra.
[65] Sutra-samuccaya, de Nagarjuna.
[66] Arya Ratnamegha Sutra.
[67] Samdhinirmocana Sutra.
[69] Nirnimitta.
[70] Arya Lankavatara sutra.
[71] Mahāmati.
[72] Bahūsruti.
[73] Brahma-pariprccha Sutra
[74] Ayonisa.
[75] Samāropa.
[77] Mente
valiente.
[78] Parināmana.
[79] Dasabhumika sutra.
[80] Dasakusala karmapatha: Son tres
acciones del cuerpo: no matar, no robar, no cometer actos sexuales incorrectos;
cuatro de la palabra: no mentir, no calumniar, no insultar, no hablar por
hablar; y tres de la mente: no codiciar, no tener malicia, y no tener visiones
erróneas.
[81] Kusala-mula.
[82] Rupa kaya.
[83] Ksetra-parisuddhi.
[84] Prabha.
[85] Parivara.
[86] Mahabhoga.
[87] Pratimoksa samvara.
[88] Samskaras.
[89] Arya Upali pariprccha sutra; upasaka sila
sutra
[90] Parikalpita.
[91] El
nombre de un Bodhisatva, que se puede traducir al castellano como “el Ilustre.”
[92] Kalpa.
[94] Mridu indriya.
[95] Tiksana indriya.
[97] Tyāga.
[98] Maha-tyāga.
[99] Ati-tyāga.
[100] Riddhi.
[101] Tathata.
[102] Gomaya-mandala.
[103] Sarvadharma-vaipulya.
[104]
Maitreya.
[106] Kulaputra.
[107] Arya Dharmasamgiti.
[108] Dharmadathu, la verdadera esencia de las
cosas.
[110] Darasana mārga.
[111] Madhyamaka.
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