
lunes, 27 de febrero de 2012
Atisha: Reuniendo la Esencia
domingo, 26 de febrero de 2012
Thrangu Rinpoche :Los Concilios Mahayana, Sutras, Tantras, y Shastras.
LOS CONCILOS MAHAYANA, LOS SUTRAS, TANTRAS, Y SHASTRAS.
Cómo los Bodhisattvas preservaron de forma auténtica las enseñanzas del Buda.
La historia de los Tres Concilios verdaderamente relata más directamente la forma en la que fueron preservadas las enseñanzas del Hinayana, y particularmente, la tradición del Vinaya.
Pero también tuvieron lugar, de forma similar, concilios dentro de la tradición Mahayana. Algún tiempo después de la muerte del Buda, un millón de bodhisattvas se reunieron bajo el liderato de los tres grandes bodhisattvas Vajrapani, Maitreya, y Mañjushri, sobre la cumbre del Monte Vimalasvabhava; que está situado al Sur de Rajagriha, en el Sur de India.
Todas las enseñanzas del Buda también fueron recogidas en las tres mismas cestas: Sutras, Vinaya, y Abhidharma. El bodhisattva Vajrapani recitó los Sutras. El bodhisattva Maitreya recitó el Vinaya; y el bodhisattva Mañjushri recitó el Abhidharma. Por lo tanto, en esta reunión, también compilaron todas las enseñanzas del Buda, y las clasificaron en estas tres categorías principales.
Una cosa similar sucedió con las enseñanzas Vajrayana. El Buda enseñó las cuatro categorías de tantra: el Kriya tantra, el carya tantra, el yoga tantra, y el anuttarayoga tantra.
Para los tres tantras inferiores: el Kriya tantra, carya tantra, y yoga tantra, hubo una asamblea especial de todos los bodhisattvas en el reino celestial para reunir todas estas enseñanzas, estando dirigidos por Vajrapani. Por estas razón, en la tradición Vajrayana él es conocido como el “Señor de los Secretos”. Estos secretos se refieren al mantra secreto, esto es, al Vajrayana.
¿Cómo llegó a ser el “Señor de los Secretos? En primer lugar, él fue quien le pidió al Buda que girara la profunda rueda del Dharma de los Tantras, y entonces cuando fue girada, fue el más aventajado de los discípulos. Más tarde, cuando se celebró esta reunión de los bodhisattvas para agrupar todos los tantras inferiores, Vajrapani fue el líder de esta reunión, y ha sido por su acción por lo que los tantras han sido preservados hasta ahora.
En lo referente a los tantras del anuttarayoga, los tantras padre y los tantras madre, fueron principalmente requeridos y recibidos por dakinis como por ejemplo Vajrayoguini, y fueron también las dakinis de la sabiduría quienes agruparon y preservaron estas enseñanzas. El Tantra de Hevajra, le fue transmitido principalmente al bodhisattva Vajragarbha. Más tarde él compiló las enseñanzas y las transmitió en su integridad.
El Tantra de Kalachakra, le fue transmitido principalmente al Rey del Dharma Suchandra. En realidad, él era una emanación de Mañjushri. También fue otro de los que guardaron la enseñanza, la compilaron, y la transmitieron.
Lo que a continuación sigue, es una explicación de los Sutras, Tantras, y Shastras.
LOS SUTRAS
Bien, el Primer Giro de las enseñanzas fue dado en Varanasi, la cual podéis visitar hoy en día en India. El Buda enseñó en el Parque del Ciervo, que ahora es llamado Sarnath, el cual en aquel tiempo era un lugar muy apartado. Tras haber alcanzado la completa iluminación, el Buda permaneció completamente en silencio, y no enseñó durante siete semanas. La razón para que hiciera esto fue el mostrar que el Dharma es algo muy raro, muy especial, muy valioso, y por eso fue por lo que el Buda permaneció en silencio durante todo este tiempo, hasta que le fue pedido que enseñara. La petición le fue hecha por muchos dioses, incluido Brahma. Habiéndole sido pedido el que enseñara, el Buda se fue a Varanasi, y dio las enseñanzas en el Parque del Ciervo. Dio las enseñanzas a cinco hombres, que fueron llamados “los cinco buenos seguidores”, los cuales estaban conectados con el Buda por un karma previo, y que gracias a este vínculo, fueron los primeros en recibir sus enseñanzas.
El contenido de este Primer Giro de la Rueda del Dharma fue la enseñanza de las Cuatro Nobles Verdades. El Buda expuso esas Cuatro Nobles Verdades para dejar muy claro a todos aquellos que estaban siguiendo el Sendero del Buda, qué era la enseñanza, el por qué uno necesita practicarla, y qué tipo de resultados pueden esperarse de la práctica. Por lo tanto, para dejar claro cuál era el Sendero del Buda, lo explicó de forma muy clara bajo la forma de las Cuatro Verdades.
El mostró que si no practicamos el Sendero del Dharma, vagaremos una y otra vez a través del samsara; pero si practicamos el Dharma, obtendremos la liberación del nirvana. El Buda, en primer lugar, enseñó que el sufrimiento es inherente al samsara, y que esto es lo que verdaderamente debemos de superar. En segundo lugar, enseñó que las causas de ese sufrimiento son las emociones aflictivas o kleshas, y el karma. Para contrarrestar el samsara, debemos de desarrollar el aspecto del nirvana, que tiene dos partes. La Tercera Noble Verdad de la Cesación o Paz, muestra qué es lo que podemos alcanzar. El nirvana es el cese del sufrimiento. Y la Cuarta Noble Verdad nos muestra el Sendero que hay que seguir, es la Noble Verdad del Sendero.
Puesto que el samsara tiene como naturaleza propia al sufrimiento, tenemos que ir más allá del samsara para eliminar el sufrimiento. Puesto que el nirvana es paz, eso es lo que hemos de intentar obtener. Pero el alcanzar el nirvana y el eliminar el samsara no puede ser hecho de forma automática. Por lo tanto, es trabajando sobre las causas de estos, nirvana y samsara, como podemos lograr nuestro propósito. Por eso es por lo que el Buda expuso las Cuatro Nobles Verdades en forma de causas y efectos. Las causas del sufrimiento del samsara son las emociones aflictivas tales como la lujuria, el enfado, y la ignorancia; y el karma, a los cuales es necesario superar. De la misma forma, la causa de la paz y el éxtasis del nirvana es el Sendero que es necesario que sea practicado.
Por lo tanto así es como el Buda dio todo el contenido de su enseñanza bajo la forma de estas Cuatro Verdades. Dentro de cada aspecto del samsara y del nirvana se encuentra esta relación causal entre causa y efecto. Esta serie de enseñanzas que comenzaron en Varanasi fueron llamadas el Primer Giro de la Rueda del Dharma.
Más tarde, el Buda enseñó el Segundo Giro de la Rueda del Dharma en el Pico del Buitre, en Rajagriha, India. Las personas que estuvieron presentes durante esta enseñanza, en gran número, eran Arhats y Bodhisattvas. La enseñanza fue principalmente la exposición de la Perfección de la Sabiduría (Prajnaparamita). Fue cuando el Buda dio las enseñanzas sobre la vacuidad, y sobre la forma de conducta de los bodhisattvas a través de las enseñanzas sobre las Seis Perfecciones (Paramitas).
En el Primer Giro de la Rueda del Dharma, el Buda mostró que uno ha de abandonar el samsara y alcanzar el nirvana. Pero, ¿Cómo es posible esto? ¿Quiere decir esto que hemos de emprender un largo viaje a donde nunca hemos estado para encontrar el nirvana? ¿Significa que tenemos que crear algo nuevo llamado nirvana? En realidad, no quiere decir nada de esto. Significa que tenemos que comprender la verdadera naturaleza de los fenómenos, y que hemos de entender que nuestra actual concepción de la realidad está equivocada, y que tenemos que eliminar nuestras impurezas. Y una vez que vemos las cosas tal y como son realmente, es cuando podemos alcanzar la Budeidad.
El Tercer Giro de la Rueda del Dharma también es llamado “las enseñanzas que dan el significado definitivo”. Estas enseñanzas fueron dadas en Saraswati y en otros lugares de India, en presencia de todos los Grandes Bodhisattvas. Estas enseñanzas revelaron que la naturaleza de buda está presente en la mente de todos los seres. Podemos preguntarnos por qué esta enseñanza fue dada en último lugar. La razón es que en el Segundo Giro de la Rueda del Dharma, el Buda enseñó que todo estaba vacío de una naturaleza inherente. Esta enseñanza podría llevar a la creencia de que el objetivo del Sendero Budista, el nirvana, es en verdad, simplemente la completa vacuidad o aniquilación. Para evitar este error, el Buda dio este tercer ciclo de enseñanzas mostrando que la mente no es una simple nada. Cuando uno alcanza la Budeidad, la luminosidad intrínseca original de la mente llega a estar manifiesta. Esta Luminosidad o claridad de la mente significa que la mente no es oscuridad, una cosa ignorante por naturaleza, sino que tiene su propia claridad inteligente de forma inherente. Una vez que uno ha eliminado los velos, la pesada maraña de la ignorancia, la claridad inherente de la mente, este brillo de la inteligencia de la mente, brillará en su totalidad. Una vez que esta claridad de la mente se ha manifestado, uno puede entender todas las cosas del nirvana y del samsara muy claramente. Uno comprende la naturaleza de los fenómenos, y este conocimiento está acompañado por el mayor de los éxtasis y por paz.
LOS TANTRAS
Los Tres Giros de la Rueda del Dharma que ya han sido descritos corresponden a los Sutras enseñados por el Buda. El Buda también enseñó los Tantras, que son las enseñanzas del Vajrayana. El Buda dio cuatro Tantras: los Kriya Tantras, los Carya tantras, los Yoga Tantras, y los Anuttarayoga Tantras.
Estas enseñanzas fueron dadas en muchos lugares. A veces el Buda daba estas enseñanzas en alguno de los reinos de los dioses, como Tushita; y a veces las enseñanzas fueron dadas en lugares físicos de India. Aquellos que recibieron estas enseñanzas fueron bodhisattvas, dakas, y dakinis que practicaban el mantra secreto. Los Sutras ya habían dado unas enseñanzas muy vastas y profundas sobre la naturaleza de los fenómenos. Pero con el Vajrayana, el Buda fue capaz de darle a la gente la posibilidad de alcanzar el fruto del Sendero Budista de una forma muy rápida, y sin mayores esfuerzos. El Vajrayana puede hacer esto gracias a que provee de medios hábiles especiales, tales como la meditación en los estados de generación y de conclusión de una deidad; y utilizando técnicas de meditación para ver directamente la naturaleza de la mente.
Así pues, el Buda giró la Rueda del Dharma, y dio todas las variadas enseñanzas del Hinayana, del Mahayana, y del Vajrayana en diferentes lugares, con gentes diversas, y en momentos diferentes. Pero también porque estaba enseñando a estudiantes de muy dispares capacidades, a veces a ellos les parecía como si el Buda estuviera principalmente exponiendo el Hinayana; a veces les parecía que estaba enseñando el Mahayana; y a veces el Vajrayana. Por supuesto, esto solo era cuestión de la forma en la gente estaba percibiendo las enseñanzas del Buda; a unos les parecía que el Buda estaba dando enseñanzas que eran completamente Hinayana, mientras que a otros les parecía que les estaba dando enseñanzas que eran completamente Mahayana. El Buda podía hacer eso en un lugar, y a través de sus poderes milagrosos estar dando otras enseñanzas a otros.
Debido a esto, algunas personas comenzaron a tener la impresión de que el Buda había dado solamente las enseñanzas del Hinayana, y que no había dado las enseñanzas del Mahayana, las cuales fueron inventadas por algún otro. Otros creyeron que el Buda había dado las enseñanzas del Mahayana, pero que no había dado las enseñanzas del Vajrayana, y que estas enseñanzas habían sido inventadas por sus seguidores. La creencia de que las enseñanzas del Mahayana y del Vajrayana fueron creadas por algún otro, está basada en la creencia de que el Buda fue solamente una persona ordinaria que no poseía las extraordinarias cualidades de la Iluminación, en vez de ver al Buda como siendo un ser muy excepcional, que vino al mundo a ayudar a la gente movido por su Gran Compasión, y para guiarlos hacia la liberación. Una vez que uno piensa en el Buda como un hombre común nacido en India, a continuación tendrá dudas respecto a si verdaderamente dio las diversas enseñanzas que se le atribuyen, y uno comienza a coger, y a escoger entre las enseñanzas de los distintos vehículos.
Es un error identificar al Buda como una persona ordinaria, y el comenzar a pensar que quizá el Buda no tenía un conocimiento completo, o que no era capaz de enseñar el espectro completo de las enseñanzas, o que el Buda pudo haber enseñado en este lugar, pero no en aquel otro. No es adecuado el mantener estas dudas porque el Buda no fue una persona ordinaria, ni fue un Dios al quien si tú complaces te mandará al cielo, y si no lo haces te enviará a los infiernos. Pero al mismo tiempo, el decir que el Buda no es un Dios no significa que debamos de pensar que el Buda tiene alguna carencia en sus cualidades especiales de conocimiento, inteligencia, y comprensión; o que no tenga una intuición directa y una penetración especial. Fue sin duda un ser muy especial que dio las enseñanzas completas del Dharma, las cuales no se contradicen unas a otras. Cada una tiene su propia relevancia. Cualquiera que practique una enseñanza de cualquier nivel o vehículo de la forma apropiada, será capaz de lograr el resultado de ese sendero en particular. Por lo tanto, este fue el onceavo hecho de un Buda, el girar la Rueda del Dharma.
LOS SHASTRAS
Todas las diversas clases de enseñanzas del Buda, incluyendo los Sutras y los Tantras, fueron transmitidas a discípulos que no solo oyeron estas enseñanzas, sino que las practicaron y preservaron, de forma que fueron transmitidas hasta el presente sin ningún defecto, alteración, o pérdida.
Hay dos principales categorías del Dharma. En primer lugar, están las verdaderas enseñanzas del Buda, los Sutras; y también están los Shastras que son las obras que elucidan el significado de las enseñanzas del Buda. Hemos visto los doce hechos del Buda y los Tres Concilios, y cómo esto permitió que las verdaderas enseñanzas del Buda permaneciesen intactas y sin falta hasta ahora. Puesto que el Budismo se desarrolló y difundió en India, muchos diferentes eruditos escribieron obras intentando elucidar y clarificar el significado de las enseñanzas del Buda a los demás.
Los Shastras están intentando hacer que la enseñanza original del Buda sea más fácil de entender. No contienen ninguna de las ideas personales del escritor, y no dan publicidad de las propias teorías del autor con respecto a nada. Por lo tanto, cuando una enseñanza del Buda era muy larga y muy detallada, los Shastras podían dar una forma más resumida de esas enseñanzas, y más fácil de comprender. Así pues, cuando la enseñanza del Buda era bastante compleja, los shastras hacían que estas enseñanzas fueran más fáciles de entender. Finalmente, cuando una enseñanza del Buda sobre un tópico en particular estaba dispuesta en muchos Sutras diferentes, entonces un Shastra podía coger todos estos diferentes apartados pertenecientes a la misma materia, y agruparlos todos en un solo sitio.
Por lo tanto, la importancia de los Shastras reside en que presentan el significado de la enseñanza del Buda de una forma que era fácil de entender por la gente. Uno podría decir que el significado de estos Shastras es tan cercano a la enseñanza del Buda, que podría ser considerado como formando parte de las verdaderas enseñanzas del Buda.
Algunas personas dudan porque piensan que los Shastras quizá fueron solo invenciones de diferentes escritores y eruditos, que en realidad no tienen nada que ver con la enseñanza del Buda. También diferencian mucho entre lo que está en las escrituras del Buda, y lo que está en los Shastras.
Pero uno no debiera de pensar que hay una gran diferencia entre lo que el Buda enseñó, los Shastras, las instrucciones de meditación, y las canciones espirituales. Debería de pensarse en ello como en un todo, como la misma enseñanza originada a partir de lo que el Buda enseñó. Por lo tanto, en vez de oponerse a las verdaderas palabras del Buda, o a las instrucciones de los maestros realizados, deberíamos de considerarlas a todas ellas como siendo igualmente valiosas.
Tanto que practiquemos las enseñanzas dadas por el Buda, o las enseñanzas recogidas en los Shastras, no hay ninguna diferencia, salvo que quizá los Shastras se encontrarán un poco más fáciles de entender. Por eso es por lo que los tibetanos se inclinan mucho hacia los Shastras.
El Buda enseñó los diversos niveles del Dharma dando las enseñanzas del Hinayana, Mahayana, y Vajrayana. Se dice en un Sutra del Buda que donde quiera que el Buda pronuncie aún una sola palabra, esa palabra puede ser oída en sitios diferentes, en tiempos diferentes, y de formas diferentes por las distintas personas, de acuerdo a su madurez espiritual.
Esto quiere decir que cuando el Buda estaba enseñando, aquellos que estaban preparados para el Hinayana recibían su enseñanza desde el punto de vista del Hinayana; y de acuerdo a esto eran capaces de practicar este Sendero, y de alcanzar el fruto del Hinayana. Simultáneamente, alguien que estaba preparado para el Mahayana recibía la enseñanza desde el punto de vista del Mahayana, y a través de la práctica era capaz de alcanzar el fruto del Mahayana. Lo mismo se aplica también para el Vajrayana.
En la tradición Hinayana son las enseñanzas del Buda las más importantes. Pero en Tibet, los Shastras llegaron a ser extremadamente importantes. Uno puede pensar que resulta bastante extraño el que los Shastras en Tibet hayan llegado a ser incluso más importantes, en cierto modo, que los verdaderos dichos del Buda.
Pero esto no nos debe de llevar a pensar que las enseñanzas del Buda fueron olvidadas y apartadas, siendo sustituidas por los Shastras, los cuales fueron inventados por eruditos que vivieron después del Buda. De hecho, lo que sucedió fue que algunos individuos practicaron las enseñanzas del Buda. Ellos asimilaron el significado de sus enseñanzas tan bien, que debido al poder y a las bendiciones de las enseñanzas, consiguieron lograr el fruto del Sendero; de forma que si practicaron el aspecto Shravaka del Sendero, se convirtieron en Arhats. Si practicaron el Mahayana, alcanzaron los niveles de los bodhisattvas, desde el primero hasta el décimo nivel de un bodhisattva. O si practicaron el Vajrayana, alcanzaron las realizaciones espirituales ordinarias y supremas, en particular el poder del conocimiento intuitivo directo.
Una vez que consiguieron esta fructificación del Sendero, fueron capaces de escribir un Shastra que es un mojón, una guía para otros que los siguieran, para mostrarles que si entendían muy bien la enseñanza del Buda y la practicaban de manera adecuada, eso sería lo que ocurriría, así es cómo uno debería de hacer, y esto es cómo uno debería de entenderlo, etc. Por lo tanto, los Shastras que ellos escribieron no eran contradictorios con respecto a la enseñanza del Buda, sino que reforzaban la enseñanza del Buda.
Aquellos eruditos o panditas que escribieron los Shastras no lo hicieron necesariamente desde su realización. Si escribieron a partir de su experiencia, el resultado fue el mismo que el de las enseñanzas del Buda porque estaban tan completamente penetrados por el significado de la enseñanza del Buda, y la habían asimilado tan perfectamente, que todo lo que escribieron fue con la total convicción en la validez de la enseñanza del Buda.
Lo que escribieron no fueron sus propias ideas plasmadas en el papel, sino que fue con la intención de hacer que la enseñanza del Buda fuera más fácil de comprender para la mayoría de la gente. Por esto es por lo que deberíamos de considerar a los Shastras como siendo lo mismo que la enseñanza del Buda, y no como si fuera algo extraño a esta enseñanza.
Trad. al castellano por el Ignorante y falto de devoción upasaka Losang Gyatso.