viernes, 15 de noviembre de 2019

Vasubandhu: Tratado sobre la generación de la mente de la Iluminación. (Bodhicittopada Shastra) Cap.5 La perfección de la moralidad.


A)     Las tres clases de beneficio, y el ornamento del sendero de la perfección de la moralidad.
¿Cómo cultiva el bodhisatva la observación de los preceptos de la ética moral? Si uno cultiva los preceptos de la ética moral para conseguir el beneficio propio, para los otros, y para el beneficio de ambos, uno llega a ser capar de convertirse en un ornamento del sendero.
1.      La motivación correcta en la práctica de la perfección de la moralidad.
En la práctica de los preceptos de la ética moral, el bodhisatva está motivado por el deseo de entrenar y disciplinar a los seres con la intención de que ellos puedan obtener las causas para abandonar el sufrimiento y las aflicciones.
Aquel que desarrolla la observancia de los preceptos morales de forma completa purifica todas las acciones de cuerpo, habla, y mente. Llega a ser capaz de abandonar cualquier clase de pensamiento inclinado hacia las malas acciones. También llega a ser capaz de reprenderse a sí mismo cuando desarrolla cualquier tendencia hacia las malas acciones, o hacia la transgresión de los preceptos de la ética moral. Esta mente está constantemente temerosa de cometer incluso las menores ofensas.
Esto es lo que cualifica a la mente que observa la perfección de la moralidad, tal como es cultivada inicialmente por el bodhisatva.
2.      El beneficio propio.
A través del cultivo de los preceptos de la ética moral, uno deja atrás todas las faltas y las calamidades resultantes vinculadas con las malas acciones, y siempre renace en un buen destino. Esto es lo que significa “beneficio propio.”
3.      El beneficio de otros.
Uno transforma a los seres a través de las enseñanzas, y de este modo consigue que ellos abandonen el cometer acciones no virtuosas. Esto es lo que significa “el beneficio de los otros.”
4.      El beneficio de ambos.
A través de observar preceptos de la moralidad ética, los cuales llevan a la Iluminación, uno enseña a los seres, y gracias a ello reciben un gran beneficio idéntico al de uno mismo. Esto es lo que significa “el beneficio de otros”.
5.      Adornando el sendero a la Iluminación a través de la perfección de la moralidad.
Debido al hecho de observar los preceptos de la ética moral uno consigue el éxito en el abandono del deseo y demás, hasta llegar a tener éxito en el abandono de las efusiones, y también en la realización de la correcta Iluminación. Esto es lo que significa “adornando el sendero a la Iluminación.”
B)     Las tres clases de preceptos morales.
Los preceptos morales son de tres clases: la primera consiste de aquellas prohibiciones que tienen que ver con el cuerpo; la segunda consiste en aquellas prohibiciones que tienen que ver con el habla; y la tercera con las prohibiciones que tienen que ver con la mente.
1.      Los preceptos morales asociados con el cuerpo.
En cuanto a los preceptos morales asociados con el cuerpo: uno abandona para siempre el acto de matar, el robo, y la conducta sexual incorrecta. Uno no quita la vida a otros seres, no toma aquello que pertenece a otros, y evita las transgresiones con los cuerpos de otros.
También uno evita involucrarse en cualquiera de las causas, condiciones, o medios asociados con el acto de matar, o con cualquiera de las otras transgresiones. Uno no hace daño a los seres con bastones, trozos de teja, o piedras. En los casos en los que una cosa pertenece a otro o está siendo usada por otra persona, puesto que no ha sido dada, uno no la coge, incluso aunque sea algo de tan poco valor como una brizna de hierba o una hoja.
También, uno no mira siquiera a los cuerpos de otros. En los cuatro tipos de comportamiento uno siempre permanece respetuoso, cuidadoso, y manteniendo las formas de correctas. Esto es lo que quiere decirse por “preceptos morales asociados con el cuerpo.”
2.      Los preceptos morales asociados con el habla.
En cuanto a los preceptos morales asociados con el habla: uno pone fin y elimina toda falsedad con la palabra, el hablar causando división, las palabras duras, y la charlatanería. Uno nunca engaña a los demás, no ocasiona disensión entre aquellos que están unidos, no se involucra en la difamación, no arruina la reputación de otros, ni adorna artificialmente sus propias palabras. Uno no crea los medios a través de los cuales otra persona pueda llegar a ser afligido por tormentos.
Cuando uno habla, sus palabras están imbuidas con la amabilidad más sincera, lealtad, y son dignas de confianza. Las palabras de uno son siempre beneficiosas, animando a otros; son  conducentes a las enseñanzas transformadores, y desarrollan la bondad. Esto es lo que quiere decirse por “preceptos morales asociados con el habla.”
3.      Los preceptos morales asociados con la mente.
En cuanto a los preceptos morales asociados con la mente: uno elimina la codicia, malicia, y las visiones erróneas, cultivando constantemente una mente flexible, y evitando cometer ningún tipo de transgresión. Uno cree que esta ofensa particular tendrá como resultado una retribución negativa. Recurriendo al poder de la meditación, uno evita cometer toda clase de malas acciones.
Incluso con respecto a las faltas más leves, uno genera el pensamiento de que, en realidad, son extremadamente graves. Cuando se da el caso de que él ha errado y ha cometido una ofensa, entonces llega a sentir miedo, pesar, y arrepentimiento.
Con respecto a otros seres, uno evita tener pensamientos llenos de odio o albergar el deseo de que experimenten sufrimiento. Siempre que observa a otros seres, en su mente se genera un pensamiento estable de desea su bienestar. Uno reconoce la amabilidad de los demás, les devuelve esa amabilidad, y mantiene una mente que está libre de tacañería. Uno se deleita en la realización de acciones virtuosas, y las utiliza constantemente como un medio para enseñar a otros. Uno siempre está cultivando una mente llena de amor benevolente, y su compasión alcanza a todos los seres. Esto es lo que quiere decirse por “preceptos morales asociados con la mente.”
4.      Los beneficios que surgen de observar las diez acciones virtuosas.
Estos preceptos de la ética moral que están implícitos en las diez acciones virtuosas traen cinco clases de circunstancias beneficiosas:
·         Primera: uno llega a ser capaz de controlar las malas acciones.
·         Segunda: uno llega a ser capaz de crear una mente virtuosa.
·         Tercera: uno llega a ser capaz de bloquear el surgimiento de las aflicciones.
·         Cuarta: uno perfecciona una mente pura.
·         Quinta: uno llega a ser capaz de mejorar en su observación de los preceptos de la ética moral.
5.      Presentación resumida de los preceptos de las diez acciones virtuosas.
Cuando una persona cultiva de forma diligente una práctica no negligente, y perfecciona la vigilancia correcta que distingue entre el bien y el mal, uno debería de realizar que esa persona es definitivamente capaz de practicar los preceptos morales contenidos en las diez acciones virtuosas.
Los aspectos incontables que suponen las ochenta y cuatro mil categorías de los preceptos morales, todos ellos están contenidos dentro de las diez acciones virtuosas. Estos preceptos morales incluidos dentro de las diez acciones virtuosas son capaces de servir como raíz de todos los preceptos asociados con la virtud. Es poniendo fin a todas las malas acciones asociadas con el cuerpo, habla, y mente como uno llega a ser capaz de controlar todo lo no virtuoso. Es sobre esta base por lo cual uno define los preceptos de la ética moral como tales.
C)     Las cinco categorías de preceptos morales.
Existen cinco clases de preceptos morales:
·         Primera, los votos de la liberación individual[1].
·         Segunda, los preceptos morales relacionados con la concentración meditativa.
·         Tercera, los preceptos morales asociados con la ausencia de pérdidas.
·         Cuarta, los preceptos morales relacionados con la retirada de las facultades de los sentidos.
·         Quinta, los preceptos morales espontáneos relacionados con el esfuerzo no intencional.
Los preceptos asumidos en el contexto de las proclamaciones, durante un acto oficial de la Comunidad,[2] son llamados los preceptos de la liberación individual.
La observancia de los preceptos asociados con la adquisición de las cuatro concentraciones básicas y los niveles preliminares,  es lo que es llamado los preceptos morales asociados con la concentración.
La observancia de los preceptos morales asociados con la adquisición de las cuatro concentraciones básicas y con el nivel preliminar, en el umbral del primer nivel de concentración, puede ser considerada como la observación de los preceptos cuando se está libre de pérdidas[3].
Cuando uno detiene las facultades de los sentidos y desarrolla una mente que está caracterizada por una atención mental correcta, que en su visión, escucha, consciencia, y conocimiento no permite ninguna negligencia respecto a las formas, sonidos, olores, sabores, o a lo tangible, esto es lo que constituye los preceptos morales que suponen la retirada de las facultades de los sentidos.
Cuando, una vez que se ha abandonado este cuerpo, uno continua evitando cometer malas acciones, incluso antes de renacer en la siguiente existencia, a esto es lo que se llama los preceptos morales espontáneos relacionados con un esfuerzo no intencionado.
D)     Razones para observar los preceptos vinculados con prácticas específicas del sendero.
El cultivo de los preceptos morales por parte del bodhisatva es de una clase no compartida en común ni con los Oyentes, ni con los Realizadores Solitarios.
Es debido a que es de una “clase no compartida en común”, por lo que es calificado como “observación hábil de los preceptos morales.”
Debido a la observación hábil de los preceptos morales uno llega a ser capaz de beneficiar a todos los seres.
Cuando uno mantiene los preceptos morales asociados con una mente amorosa es con la intención de rescatar y proteger a los seres, y llevarlos a la felicidad. Cuando uno mantiene los preceptos morales asociados con una mente compasiva para beneficio de todos los seres, es para ser capaz de soportar todas las formas de sufrimiento mientras uno libera a los seres del peligro y las dificultades.
Cuando uno mantiene los preceptos morales asociados con una mente llena de regocijo simpático, es para deleitarse en lo virtuoso y estar siempre libre de toda negligencia.
Cuando uno mantiene los preceptos morales asociados con una mente ecuánime, es para ver a los adversarios y a los próximos con ecuanimidad, mientras abandona tanto el apego como el odio.
Cuando uno mantiene los preceptos morales asociados con la generosidad, es con el objetivo de enseñar y disciplinar a los seres.
Cuando uno mantiene los preceptos morales asociados con la paciencia, es con el objetivo de mantener siempre una mente dispuesta hacia la flexibilidad y la amabilidad, mientras se mantiene libre del obstáculo del odio.
Cuando uno mantiene los preceptos morales asociados con el esfuerzo entusiasta, es con el objetivo de incrementar diariamente las acciones virtuosas e impedir todo retroceso y abandono.
Cuando uno mantiene los preceptos morales asociados con la concentración, es para abandonar el deseo y todo lo no virtuoso y, al mismo tiempo, ocasionar el crecimiento de las ramas de la absorción meditativa en uno mismo.
Cuando uno mantiene los preceptos morales asociados con la sabiduría, es para crear las raíces de virtud que llevan a la insatisfacción en el proceso que lleva a la omnisciencia.
Cuando uno mantiene los preceptos morales asociados con encontrarse próximo a un guía espiritual, es para ayudar en la realización del sendero insuperable hacia la Iluminación.
Cuando uno mantiene los preceptos morales asociados con apartarse de los malos guías espirituales, es para abandonar los tres malos destinos[4] y las circunstancias que suponen los ocho impedimentos[5].
E)      Los factores que definen la pureza en la observación de los preceptos de la ética moral.
Una persona que es un bodhisatva el alguien que mantiene la pureza en la observación de los preceptos de la moralidad ética.
El no confiar el Reino del deseo, no sentirse atraído por el Reino de la forma, y no morar en el Reino sin forma, esto constituye la pureza en la observación de los preceptos de la moralidad ética.
El abandono de los objetos de apego, la eliminación del obstáculo del enfado, y la extinción de la ignorancia, esto constituye la pureza en la observación de los preceptos de la moralidad ética.
El abandono de los dos extremos del eternalismo y nihilismo, mientras se evitan las acciones que son contradictorias con los principios de la ley de causa y efecto, basada en causas y condiciones, esto constituye la pureza en la observación de los preceptos de la moralidad ética.
No caer en el apego a las características imputadas al dar nombres dentro de la esfera de las formas, sensaciones, percepciones, formaciones kármicas, o consciencia, esto constituye la pureza en la observación de los preceptos de la moralidad ética.
No estar atado a causas, formular visiones, y no permanecer apresado en la duda y el arrepentimiento, esto constituye la pureza en la observación de los preceptos de la moralidad ética.
No permanecer en la codicia, malicia, o engaño, los cuales son las tres raíces de lo no virtuoso, esto constituye la pureza en la observación de los preceptos de la moralidad ética.
No permanecer en el orgullo ordinario, el orgullo extraordinario, el orgullo extremo, el orgullo egoísta, y el orgullo exagerado[6], todo ello mientras se permanecen con una mente amable, armoniosa, y adaptable, esto constituye la pureza en la observación de los preceptos de la moralidad ética.
No sentirse movido, ni tan siquiera ligeramente, por la ganancia o pérdida, fama o irrelevancia, alabanza o crítica, placer o dolor, esto constituye la pureza en la observación de los preceptos de la moralidad ética.
No permanecer manchado por las imputaciones convencionales falsas, dentro de la esfera de la verdad mundana, mientras uno permanece acorde con la verdad última, esto constituye la pureza en la observación de los preceptos de la moralidad ética.
Morar en la quietud de la cesación, en la que uno permanece sin estar afligido o excitado, y en la que uno ha abandonado todas las características de los fenómenos, esto constituye la pureza en la observación de los preceptos de la moralidad ética.
F)      Resumen sobre el cultivo de la pureza de la moralidad por parte del bodhisatva.
Para resumir lo esencial del tema: cuando uno continúa contemplando la impermanencia y  la renunciación, incluso hasta el punto en el que uno ya no siente apego a su forma física; cuando uno practica con diligencia el incremento de las raíces de virtud, y cuando uno aplica en ello un esfuerzo heroico, esto constituye la pureza en la observación de los preceptos de la ética moral.




[1] Pratimoksa. Son cinco: no matar, no robar, no mentir, mantener una conducta sexual correcta, y no tomar intoxicantes.
[2] Sangha.
[3]Las pérdidas son cuatro: (1) los placeres de los sentidos; (2) existencia y devenir; (3) visiones erróneas; y (4) ignorancia.
La pérdida, en un sentido simbólico, denota el flujo de una corriente de agua precipitándose por una ladera.  La primera está poniendo en tela de juicio el perseguir de los placeres de los sentidos. La segunda pone en tela de juicio el perseguir la existencia y el devenir. La tercera y cuarta están cuestionando el perseguir una vida santa falsa. Esto es explicado por la relación entre el sujeto y el objeto.” Asanga, El Compendio del Abhidharma (Abhidharma samuccaya)

[4] Renacer entre los seres infernales, fantasmas hambrientos, y animales.
[5] Los ocho impedimentos para la práctica del Dharma son: 1) renacer en los infiernos; 2) renacer entre los fantasmas hambrientos; 3) renacer entre los animales; 4) renacer como humano en el continente norte de Uttarakuru; 5) renacer como un dios de larga vida; 6)renacer como humano, pero sordo, ciego, o mudo; 7) estar dotado con una inteligencia solo orientada hacia lo mundano; 8) renacer en un mundo en el que no haya aparecido un Buda.
[6]¿Qué es el orgullo?
Existen siete tipos de orgullo: el orgullo ordinario, el orgullo extraordinario, el orgullo extremo, el orgullo egoísta, el orgullo exagerado, el orgullo de inferioridad, y el orgullo equivocado.
¿Qué es el orgullo ordinario?
El envanecimiento de la mente por el cual piensas de alguien que es inferior a ti: “Yo soy mejor que él”; o de alguien que es tu igual:”Yo soy igual que él”.
¿Qué es el orgullo extraordinario?
El envanecimiento de la mente por el cual piensas de alguien que es tu igual: “Yo soy mejor que él”; o de alguien que es superior a ti:”Yo soy igual que él”.
¿Qué es el orgullo extremo?
El envanecimiento de la mente por el cual piensas de alguien que es superior a ti:”Yo soy mejor que él”.
¿Qué es el orgullo egoísta?
El envanecimiento de la mente el cual se origina de la noción equivocada de que los cinco montones del aferramiento constituyen un “Yo”, y un “Mío”.
¿Qué es un orgullo exagerado?
El envanecimiento de la mente por el cual piensas con respecto a las altas realizaciones que no tienes: “Yo las he logrado”
¿Qué es el orgullo de inferioridad?
El envanecimiento de la mente por el cual piensas de alguien que es muy superior a ti: “Yo soy tan solo un poquito inferior a él”
¿Qué es el orgullo equivocado?
El envanecimiento de la mente por el cual piensas: “Yo poseo buenas cualidades”, cuando en realidad no eres alguien que posea esas buenas cualidades.” Vasubandhu “Un resumen de los cinco montones.”


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